jueves. 19.12.2024

El consumo de café puede estar asociado con un menor riesgo de desarrollar Parkinson, incluso para las personas con una mutación genética relacionada con la enfermedad, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Neurology', la revista de la Academia Estadounidense de Neurología.

"Estos resultados son prometedores y fomentan la investigación futura que explore la cafeína y las terapias relacionadas con la cafeína para disminuir la posibilidad de que las personas con este gen desarrollen Parkinson", explica la autora del estudio, Grace Crotty, del Hospital General de Massachusetts y miembro de la Academia Estadounidense de Neurología.

"También es posible que los niveles de cafeína en la sangre se puedan usar como un biomarcador para ayudar a identificar qué personas con este gen desarrollarán la enfermedad, asumiendo que los niveles de cafeína permanezcan relativamente estables", añade.

Estudios anteriores han demostrado que el consumo de café puede proteger contra el desarrollo de la enfermedad de Parkinson en personas que no tienen factores de riesgo genéticos para la enfermedad. Este estudio ha examinado a personas con una mutación genética que aumenta el riesgo de Parkinson.

Mutación del gen LRRK2

La mutación está en un gen llamado LRRK2 para la cinasa 2 repetida rica en leucina. Pero tener el gen anormal no garantiza que las personas desarrollarán la enfermedad, por lo que los investigadores esperan identificar otros factores genéticos o ambientales que afectan si las personas desarrollan la enfermedad.

El estudio comparó a 188 personas que tenían la enfermedad de Parkinson con 180 personas que no tenían la enfermedad; ambos grupos tenían personas con la mutación del gen LRRK2 y personas sin ella. Los investigadores observaron la cantidad de cafeína en la sangre, así como otras sustancias químicas que se producen cuando la cafeína se metaboliza en el cuerpo, y cómo variaba entre los grupos. Un total de 212 de los participantes también completaron cuestionarios sobre la cantidad de cafeína que consumían cada día.

Entre las personas que portaban la mutación del gen LRRK2, las que tenían Parkinson tenían una concentración 76% menor de cafeína en la sangre que las que no tenían la enfermedad. Las personas con Parkinson con una copia normal del gen tenían una concentración de cafeína en la sangre un 31% más baja que los no portadores.

Los portadores de la mutación genética que tenían Parkinson también consumían menos cafeína en su dieta. Los portadores del gen con Parkinson consumían un 41% menos de cafeína por día que las personas que no tenían Parkinson, con y sin la mutación genética.

"Aún no sabemos si las personas que están predispuestas a la enfermedad de Parkinson tienden a evitar beber café o si algunos portadores de mutaciones beben mucho café y se benefician de sus efectos neuroprotectores", admite Crotty.

Destaca que el estudio examinó a las personas en un momento determinado, por lo que no ayuda a los investigadores a comprender el efecto que la cafeína tiene a lo largo del tiempo sobre el riesgo de Parkinson o cómo puede afectar la progresión de la enfermedad. Tampoco prueba que el consumo de cafeína cause directamente un menor riesgo de Parkinson, sino que muestra una asociación, puntualiza.