Las personas que cenan demasiados carbohidratos refinados y carnes grasas tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas que las que siguen una dieta similar en el desayuno, según un estudio publicado en el ‘Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism’, de la Sociedad de Endocrinología americana.
Comer muchas grasas saturadas, carnes procesadas y azúcares añadidos puede elevar el colesterol y aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Seguir una dieta saludable para el corazón, con más hidratos de carbono integrales, como las verduras y los cereales, y menos carne, puede contrarrestar significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular.
“El horario de las comidas y la calidad de los alimentos son factores importantes que hay que tener en cuenta cuando se busca la forma de reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Nuestro estudio descubrió que las personas que cenan a base de plantas, con más carbohidratos integrales y grasas insaturadas, reducen su riesgo de enfermedad cardíaca en un diez por ciento“, señala la autora del estudio, Ying Li, de la Universidad Médica de Harbin (China).
Desayunar carne y carbohidratos refinados
“Siempre se recomienda llevar una dieta saludable, especialmente para quienes tienen un alto riesgo de padecer enfermedades cardíacas, pero descubrimos que desayunar carne y carbohidratos refinados en lugar de cenar se asociaba a un menor riesgo“, añade.
Los investigadores estudiaron los datos de 27.911 adultos estadounidenses de la Encuesta Nacional de Examen de la Salud y la Nutrición (NHANES) y analizaron la información dietética recogida durante las entrevistas con los participantes en dos días no consecutivos.
Examinaron la relación entre el consumo de diferentes grasas, hidratos de carbono y proteínas en el desayuno o la cena con las tasas de enfermedades cardíacas de los participantes. El análisis ha descubierto que comer una cena a base de plantas reducía el riesgo de enfermedad cardíaca en un diez por ciento.