jueves. 19.12.2024

Los resultados preliminares de un nuevo estudio revelan que el consumo inadecuado de frutas y verduras puede causar millones de muertes por enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares al año en todo el mundo. El estudio calcula que aproximadamente 1 de cada 7 muertes cardiovasculares podrían atribuirse a no comer suficiente fruta y 1 de cada 12 muertes cardiovasculares podría atribuirse a no comer suficientes verduras.

Según los investigadores, que han presentado sus conclusiones en la reunión anual de la American Society for Nutrition, que se celebra en Baltimore (Estados Unidos), el bajo consumo de frutas causó casi 1,8 millones de muertes cardiovasculares en 2010, mientras que el bajo consumo de vegetales causó otro millón. En general, el coste de la ingesta de frutas por debajo de lo indicado fue casi el doble que el de las verduras y los impactos más intensos se registraron en los países con el consumo promedio de frutas y verduras más bajo.

"Las frutas y verduras son un componente modificable de la dieta que puede afectar a las muertes prevenibles en todo el mundo --explica la autora principal del estudio, Victoria Miller, investigadora postdoctoral de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de Nutrición en la Universidad de Tufts--. Nuestros hallazgos indican la necesidad de esfuerzos basados en la población para aumentar el consumo de frutas y verduras en todo el mundo".

Las frutas y los vegetales son buenas fuentes de fibra, potasio, magnesio, antioxidantes y fenólicos, que han demostrado reducir la presión arterial y el colesterol. También mejoran la salud y la diversidad de las bacterias buenas en el tracto digestivo, por lo que las personas que consumen suficientemente estos alimentos también tienen menos probabilidades de tener sobrepeso u obesidad, lo que reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.

"Las prioridades de nutrición global se han centrado tradicionalmente en proporcionar suficientes calorías, suplementar con vitaminas y reducir los aditivos como la sal y el azúcar --admite Dariush Mozaffarian, decano de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición en la Universidad de Tufts--. Estos hallazgos indican la necesidad de ampliar el enfoque para aumentar la disponibilidad y el consumo de alimentos protectores como frutas, verduras y legumbres, un mensaje positivo con un tremendo potencial para mejorar la salud mundial".

Sobre la base de las pautas dietéticas y los estudios de los factores de riesgo cardiovascular, los investigadores definieron la ingesta óptima de frutas en 300 gramos al día, equivalente a aproximadamente dos manzanas pequeñas. La ingesta óptima de verduras, incluidas las legumbres, se definió como 400 gramos diarios.

Los investigadores estimaron el consumo nacional promedio de frutas y verduras de las encuestas de dieta y los datos de disponibilidad de alimentos que representan a 113 países (aproximadamente el 82 por ciento de la población mundial) y luego contrastaron esta información con datos sobre las causas de muerte en cada país y sobre el riesgo cardiovascular asociado con un consumo inadecuado de frutas y verduras.

Según los datos de 2010, los científicos estimaron que el consumo de frutas por debajo de lo óptimo produce casi 1,3 millones de muertes por accidente cerebrovascular y más de 520.000 muertes por enfermedad coronaria en todo el mundo cada año. Se estimó que el consumo de verduras por debajo del óptimo causó aproximadamente 200.000 muertes por accidente cerebrovascular y más de 800.000 por enfermedad coronaria.

Consecuentemente, el impacto fue mayor en los países con el menor consumo de frutas y verduras. Así, los países del sur de Asia, este de Asia y África subsahariana mostraron una baja ingesta de frutas y altas tasas de muertes asociadas a accidentes cerebrovasculares. Igualmente, los países de Asia Central y Oceanía presentaban una baja ingesta de vegetales y altas tasas de enfermedades coronarias asociadas.

Por grupos de edad, la ingesta subóptima de frutas y verduras tuvo el mayor impacto proporcional percibido en las muertes por enfermedades cardiovasculares entre los adultos más jóvenes. Según Miller, el consumo subóptimo de estos alimentos tuvo el mayor impacto proporcional en las muertes por enfermedad cardiovascular en los hombres, probablemente porque las mujeres tienden a comer más frutas y verduras.