sábado. 21.09.2024

Según publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), el hongo, un 'Penicillium sp' hasta ahora desconocido, fue descubierto en un estuario en el Valle Huon de Tasmania. El análisis reveló un conjunto de tetrapéptidos de forma única que imitan las endomofinas.

Un equipo internacional, dirigido por la Universidad de Sydney y Queensland, desarrolló un nuevo tipo de opioide considerado un estándar pero con menos efectos secundarios y creó un analgésico eficaz para el alivio del dolor.

Se ha presentado una solicitud de patente en Australia y se espera que la investigación adicional, para confirmar si se dará lugar a un nuevo medicamento, se complete en unos dos meses.

El autor principal, de la Facultad de Medicina y Salud de la Universidad de Sydney, el profesor Macdonald Christie, señala que sus hallazgos estaban respaldados por una búsqueda de décadas."La estructura que encontramos nunca antes se había visto", asegura el profesor Christie.

A partir del hongo, los investigadores descubrieron tres versiones de tetrapéptidos, una cadena de cuatro aminoácidos unidos por enlaces peptídicos. Pero fue su curiosa estructura molecular lo que llamó la atención de los investigadores.

En algunas moléculas, la orientación geométrica se conoce como quiralidad. Así, las moléculas pueden ser levógiras o dextrógiras, imágenes especulares entre sí, pero la forma en que están orientadas hace una gran diferencia. En la naturaleza, casi todos los aminoácidos tienen forma levógira.

Hay excepciones en la naturaleza, con moléculas dextrógiras, pero esto es extremadamente raro en los mamíferos. Los que se encontraron en el hongo tenían esa forma dextrógira inusual.

La muestra que impulsó la investigación se tomó del estuario de Tasmania como parte de un programa en el que participa el profesor Rob Capon, químico de productos naturales del Instituto de Biociencia Molecular de la UQ.

El profesor Capon había formado parte de un programa que analizaba el lodo en busca de microorganismos con actividad biológica, y hace 16 años encontró la molécula del hongo 'penicillium'. Bajo el microscopio, se parecía a las moléculas de nuestro organismo que interactúan con el receptor de opioides.

El profesor Christie afirmaba que si sus pruebas de seguimiento tienen éxito, como con cualquier descubrimiento de fármacos, podría pasar una década antes de que esto resulte en un nuevo medicamento disponible para que pueda ser adquirido en una farmacia. Tal desarrollo, sin embargo, podría tener un gran impacto a nivel mundial.

"Si los resultados son buenos y conducen a un nuevo medicamento, reduciría significativamente el riesgo de muerte por sobredosis de opiáceos ", concluye el profesor Christie.