jueves. 19.12.2024

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud de RCSI (Irlanda) sugiere que la integración de los farmacéuticos en la práctica clínica puede optimizar el tratamiento de los pacientes.

Los médicos de Atención Primaria con frecuencia administran medicamentos para pacientes con múltiples afecciones de salud complejas, complicadas aún más por las prescripciones antiguas de médicos anteriores y la naturaleza evolutiva del tratamiento.

Los farmacéuticos están bien posicionados para ayudar con esto, trabajando en colaboración con los médicos de Atención Primaria para decidir las opciones de tratamiento más apropiadas. Se ha demostrado que brindan apoyo esencial a los equipos de médicos de cabecera, con el potencial de optimizar el tratamiento y reducir los costos.

Los investigadores seleccionaron cuatro prácticas de GP con aproximadamente 35.000 pacientes para participar en el estudio durante un período de seis meses. Durante este tiempo, los farmacéuticos se integraron y trabajaron en estas prácticas revisando recetas para apoyar a los equipos de Atención Primaria existentes.

Señalaron a 786 pacientes que tenían 1.521 problemas potenciales relacionados con la efectividad de la medicación o inquietudes sobre posibles efectos secundarios. Los medicamentos más comunes involucrados fueron los inhibidores de la bomba de protones utilizados para suprimir el ácido del estómago, las benzodiacepinas utilizadas para tratar la ansiedad o el insomnio y los medicamentos antiinflamatorios.

Más del 50 por ciento de estos problemas resultaron en un cambio realizado por el médico de cabecera del paciente, como reducir la dosis o finalizar una receta donde los riesgos superaban los beneficios o el medicamento ya no era necesario. En general, los cambios en las recetas en las cuatro prácticas de medicina general representaron un ahorro potencial de aproximadamente 57.000 euros cada año.