El lansoprazol, un medicamento para el reflujo ácido que a menudo toman las mujeres embarazadas, puede ser una terapia prometedora para reducir el parto prematuro, según un estudio informático de reutilización de medicamentos que también probó varios de los medicamentos en modelos experimentales, según publican los investigadores en la revista 'JCI Insight'.
El estudio también identificó otros 12 medicamentos aprobados por la FDA que se consideran seguros en el embarazo. Si bien los medicamentos abarcan una variedad de modalidades, los científicos destacan que todos parecen actuar sobre vías biológicas que afectan la respuesta inmune, que está implicada en el parto prematuro.
"La inflamación claramente juega un papel en el inicio del trabajo de parto y el parto prematuro ---explica Marina Sirota, profesora asistente de Pediatría, miembro del Instituto de Ciencias de la Salud de Bakar en la UCSF y autora principal del estudio--. Las vías inmunitarias están muy significativamente desreguladas en las mujeres que terminan dando a luz prematuramente, y también están desreguladas en los niños que nacen prematuramente. Sin embargo, hemos visto en nuestro trabajo anterior que existe una interacción entre los sistemas inmunes materno y fetal y un colapso en la tolerancia materno-fetal".
Para identificar los fármacos candidatos que podrían ser efectivos en la prevención del parto prematuro, los científicos primero analizaron qué genes estaban regulados hacia arriba o hacia abajo en las células sanguíneas de las mujeres que experimentaron un parto prematuro espontáneo para identificar una firma de expresión genética.
Después buscaron la firma opuesta en las células que habían estado expuestas a 1.309 medicamentos diferentes, razonando que si un medicamento pudiera corregir los efectos que el parto prematuro tenía en las células sanguíneas de las mujeres, los medicamentos también podrían prevenir el parto prematuro.
Identificaron 83 medicamentos candidatos, pero cuando excluyeron a aquellos que tenían riesgos en el embarazo en estudios en animales o humanos, terminaron con 13 medicamentos. Los otros identificados por ordenador incluyeron progesterona, que ya se usa para tratar el parto prematuro espontáneo recurrente; el ácido fólico, que se administra a las mujeres durante el embarazo para prevenir defectos de nacimiento; tres antibióticos, un antimicótico, un antidepresivo, un antidiabético y un medicamento para la presión arterial.
El hecho de que medicamentos predecibles como la progesterona aparecieran en la pantalla les dio a los científicos la confianza de que los medicamentos que identificaron pueden resultar efectivos una vez que se prueban en mujeres embarazadas. También se ha demostrado que tres de los otros medicamentos que aparecieron en la pantalla, ácido fólico, clotrimazol y metformina, mostraron en estudios anteriores son efectivos contra el parto prematuro.
"Encontrar progesterona en la lista fue un paso de validación prometedor --admite Brian Le, investigador en el Departamento de Pediatría de la UCSF y el Instituto de Ciencias de la Salud de Bakar, y el primer autor del estudio--. Cuatro de los medicamentos en nuestra lista han visto efectividad en estudios anteriores que fueron experimentales o retrospectivos. Esto nos lleva a creer en la biología detrás de la identificación de estos medicamentos".
Los científicos eligieron el lansoprazol para realizar más pruebas porque, además de su alta puntación de reversión, está disponible sin receta médica y saben por su trabajo anterior que afecta a una proteína de respuesta al estrés, hemo oxigenasa-1, que se ha relacionado con trastornos del embarazo.
El lansoprazol, que es un inhibidor de la bomba de protones, tuvo la segunda puntación de reversión más alto de los 13 medicamentos identificados como seguros y efectivos. La progesterona estaba más abajo en la lista.
Los científicos lo probaron en modelos experimentales gestantes que recibieron un componente bacteriano para inducir inflamación, lo que hace que algunos fetos mueran en el útero, donde son reabsorbidos. Cuando recibieron lansoprazol, tuvieron fetos más viables. El fármaco también funcionó mejor en ellos que la progesterona.
Aunque es una buena medida de cómo la inflamación afecta el embarazo, los científicos han apuntado que el modelo experimental de reabsorción fetal no es un modelo adecuado de parto prematuro humano. Dijeron que se necesitaría más trabajo, incluidos estudios en personas, antes de que el lansoprazol o cualquiera de las docenas de otros medicamentos que identificaron pudieran probarse como efectivos en mujeres embarazadas con riesgo de parto prematuro. Pero el estudio por ordenador proporciona pistas para una afección que actualmente tiene pocas opciones de tratamiento.
"Esto, básicamente, es una prueba de concepto de que este medicamento tiene propiedades antiinflamatorias, que no son las propiedades para las que fue diseñado --apunta David K. Stevenson, profesor de Pediatría en la Universidad de Stanford y autor del estudio--. Esta es una forma corta de llegar a nuevas terapias para enfermedades conocidas".