domingo. 19.05.2024

La enfermedad renal crónica se produce cuando los riñones de una persona pierden progresivamente su capacidad de filtrar los residuos de la sangre y eliminar los líquidos. Ahora, un nuevo estudio ha descubierto que las personas con una función renal reducida pueden tener un mayor riesgo de desarrollar demencia, según publican en la edición en línea de ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.

“Al igual que ocurre con la enfermedad renal crónica, el riesgo de demencia aumenta con la edad. Al no existir tratamientos eficaces para retrasar o prevenir la demencia, es importante identificar los posibles factores de riesgo modificables. Si pudiéramos prevenir o retrasar algunos casos de demencia mediante la prevención o el tratamiento de la enfermedad renal, eso podría tener importantes beneficios para la salud pública. Nuestro estudio muestra que la reducción de la función renal está relacionada con el desarrollo de la demencia, pero no demuestra que sea una causa“.

Niveles de creatinina plasmática

A partir de los análisis de sangre de la creatinina plasmática, los investigadores calcularon la tasa de filtración glomerular de cada participante, una medida de lo bien que la sangre es filtrada por los riñones y que se utiliza habitualmente para aproximar la función renal. Una tasa de filtración estimada de 90 mililitros (mL) por minuto o superior se considera normal en la mayoría de las personas sanas.

Utilizando esta medida, los investigadores determinaron las tasas de demencia en personas con diferentes niveles de función renal. Utilizaron los años-persona para calcular la diferencia. Los años-persona tienen en cuenta tanto el número de personas en el estudio como la cantidad de tiempo que cada persona pasa en el estudio.

Los investigadores descubrieron que, a medida que disminuía la función renal, aumentaba la tasa de demencia. En las personas con una tasa de filtración renal normal de 90 a 104 mL por minuto, hubo siete casos de demencia por cada 1.000 personas-año. En las personas con una enfermedad renal grave, o una tasa de filtración inferior a 30 mL por minuto, se produjeron 30 casos de demencia por cada 1.000 personas-año.

Tras ajustar otros factores que podrían afectar al riesgo de demencia, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la hipertensión y la diabetes, los investigadores determinaron que las personas con tasas de filtración de entre 30 y 59 mL por minuto, lo que indica una enfermedad renal crónica moderada, tenían un 71 por ciento más de riesgo de desarrollar demencia en comparación con las personas con una función renal normal, y las personas con tasas de filtración inferiores a 30 mL por minuto tenían un 162 por ciento más de riesgo.

Según los investigadores, el 10 por ciento de los casos de demencia podían atribuirse a una tasa de filtración de 60 mL por minuto o menos, lo que supone una proporción mayor de casos de demencia que los atribuidos a otros factores de riesgo de demencia como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

El investigador añade que, aun así, estos hallazgos “aumentan la concienciación sobre la relación entre estas dos afecciones y pueden ayudar a los profesionales de la salud a desarrollar y aplicar estrategias para detectar la enfermedad renal y controlar la función renal en personas con riesgo de demencia. Identificar y tratar los casos antes puede reducir el riesgo de demencia”.