Los suplementos que contienen vitaminas C y D y otros micronutrientes, a veces en cantidades que exceden los niveles recomendados por las autoridades sanitarias, podrían ser un medio seguro, efectivo y de bajo coste para ayudar a al sistema inmunológico a combatir Covid-19 y otras enfermedades agudas del tracto respiratorio, según una investigación norteamericana.
Los hallazgos, que se han sido publicados en la revista 'Nutrients', han sido dirigidos por el investigador Adrian Gombart del Instituto Linus Pauling de OSU, junto con colaboradores de la Universidad de Southampton (Reino Unido), la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) y el Centro Médico Universitario (Países Bajos). Estos expertos han señalado que los funcionarios de salud pública deberían emitir un conjunto claro de recomendaciones nutricionales para complementar los mensajes sobre el papel del lavado de manos y las vacunas en la prevención de la propagación de infecciones.
"En todo el mundo, las infecciones agudas del tracto respiratorio matan a más de 2,5 millones de personas cada año. Mientras tanto, hay una gran cantidad de datos que muestran el papel que desempeña la buena nutrición en el apoyo al sistema inmunológico. Como sociedad, debemos hacer un mejor trabajo para transmitir ese mensaje junto con otros mensajes importantes y más comunes", ha señalado Gombart, profesor de bioquímica y biofísica en la Facultad de Ciencias de la OSU e investigador principal del Instituto Linus Pauling.
Las vitaminas, minerales y ácidos grasos específicos tienen funciones clave que desempeñar para ayudar a su sistema inmunológico. En particular, la vitamina C, la vitamina D, el zinc y un ácido graso omega-3 que se encuentra en el pescado, el ácido docosahexaenoico, también conocido como DHA, son críticos para la función inmune.
"El papel que juegan las vitaminas C y D en la inmunidad es particularmente conocido. La vitamina C tiene funciones en varios aspectos de la inmunidad, incluido el crecimiento y la función de las células inmunes y la producción de anticuerpos. Los receptores de vitamina D en las células inmunes también afectan su función. Esto significa que la vitamina D influye profundamente en su respuesta a las infecciones", señala el experto.
"El problema es que las personas simplemente no comen lo suficiente de estos nutrientes. Esto podría destruir su resistencia a las infecciones. En consecuencia, veremos un aumento en la enfermedad y todas las cargas adicionales que conlleva ese aumento", añade.
Debería tomarse más de lo recomendado
Es por eso que los investigadores exigen no solo un multivitamínico diario, sino dosis de 200 miligramos o más de vitamina C (más altas que las pautas federales sugeridas de 75 miligramos para hombres y 50 para mujeres) y 2.000 unidades internacionales de vitamina D, en lugar de 400 a 800 según la edad.
Las apuestas son enormes, señala Gombart. Cada año, solo la gripe hospitaliza a millones y mata a varios cientos de miles en todo el mundo. "Se han desarrollado una serie de prácticas estándar de salud pública para ayudar a limitar la propagación y el impacto de los virus respiratorios: lavarse las manos regularmente, evitar aquellos que muestran síntomas de infección y cubrir la tos", afirma Gombart.
"Y para ciertos virus como la gripe, hay campañas anuales de vacunación. No hay duda de que las vacunas, cuando están disponibles, pueden ser efectivas, pero no son infalibles", señala el experto, quién enfatiza que las prácticas actuales de salud pública son importantes y efectivas pero necesitan estrategias complementarias. Un enfoque nutricional en el sistema inmune podría ayudar a minimizar el impacto de muchos tipos de infecciones.
"La situación actual con Covid-19 y la cantidad de personas que mueren por otras infecciones respiratorias dejan en claro que no estamos haciendo lo suficiente. Recomendamos encarecidamente a los funcionarios de salud pública que incluyan estrategias nutricionales en su arsenal", concluye.