Investigadores de la Universidad de West Virginia (Estados Unidos) ha puesto de manifiesto, en un estudio publicado en la revista ‘Gastroenterology’, que la testosterona podría proteger a los hombres de la gastritis, principal responsable de la aparición de cáncer.
A diferencia de la testosterona, los glucocorticoides no son hormonas sexuales y su producción no difiere sustancialmente entre mujeres y hombres.
“Demostramos que los andrógenos eran las hormonas que daban esa doble capa de protección contra la inflamación. En las modelos hembras, la única hormona antiinflamatoria eran los glucocorticoides. En los machos, podrían ser glucocorticoides o andrógenos. Este estudio potencialmente explica por qué las mujeres tienen una incidencia mucho mayor de enfermedades inflamatorias crónicas y autoinmunes”, han detallado los expertos.
Con base en estos hallazgos de investigación, los médicos pueden considerar si la señalización disruptiva de glucocorticoides o testosterona está contribuyendo a las enfermedades inflamatorias del estómago de sus pacientes.