Dada la afluencia de pacientes a la oficina de farmacia, no es extraño que el farmacéutico presencie situaciones como una parada cardiorrespiratoria o un atragantamiento, y poder realizar de forma eficaz la reanimación cardiopulmonar adulta y pediátrica condicionará la evolución de la víctima. Por ello, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de León han considerado fundamental que estos profesionales sanitarios reciban los conocimientos necesarios para atender esas emergencias.
Durante cuatro jornadas, celebradas en León y Ponferrada, los farmacéuticos han podido formarse en primeros auxilios de la mano de personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
“Unas 70.000 personas al año sufren paradas cardiorrespiratorias en España. Una de cada cinco, a nivel extrahospitalario, no consiguen ser atendidas, a pesar de que la mayoría son presenciadas. Lo importante es el tiempo, tenemos pocos minutos para hacer que el paciente sobreviva y es primordial tanto poder realizar correctamente la RCP como utilizar el desfibrilador”, señala el presidente del Colegio leonés, Javier Herradón Muñoz.
Por cada minuto que pasa sin reanimar a la persona, disminuye en un 10 por ciento las posibilidades de que sobreviva, por lo que es muy importante llevar a cabo la RCP entre los tres y cinco primeros minutos, recuerda el teniente coronel médico jefe del Servicio Sanitario BIEM V de la UME, Fernando Moro. “Lo primero es comprobar que la víctima no responde y no respira con normalidad y en ese caso llamar al 112. Ellos acudirán con el desfibrilador. Mientras tanto, se deben realizar treinta compresiones torácicas seguidas de dos respiraciones de rescate, repetidamente, hasta que llegue el DEA (Desfibrilador Electrónico Automático)”, aconseja.
En cuanto al manejo del DEA, Moro aconseja dejarlo en manos de los profesionales sanitarios en caso de que este no sea automático y continuar con la RCP, interrumpiéndola únicamente cuando el profesional sanitario de emergencia que acuda al lugar lo indique o la víctima presente signos de vida.
Cómo realizar correctamente una RCP
Ante una parada cardiaca, el personal de la UME aconseja la actuación de cualquier testigo capacitado en RCP. Según las indicaciones, el primer paso para realizarla correctamente es abrir la vía aérea de la víctima boca arriba, inclinando suavemente su cabeza hacia atrás y elevando su mentón con nuestros dedos. Si en los 10 primeros segundos la respiración no parece normal, y tras llamar a los Servicios de Emergencias, debemos comenzar la reanimación. Para ello, “con el talón de una mano en el centro del pecho y la otra encima de ésta, nos colocamos verticalmente sobre el pecho de la víctima para comprimir 5 cm el esternón, liberando toda la presión en el pecho tras cada compresión y repitiendo una frecuencia de 100-120 por minuto”. Tras treinta compresiones, llevaremos a cabo las dos insuflaciones de un segundo cada una, cerrando completamente la nariz y manteniendo un buen sellado de boca.