jueves. 19.12.2024

Los pacientes con esclerosis múltiple  pueden acceder por primera vez a un tratamiento oral de administración no continua en el tiempo, que reduce la carga diaria de la enfermedad. Se trata de cladribina comprimidos, comercializado por Merck como Mavenclad, cuyo efecto se basa en la reducción transitoria de los linfocitos implicados en la patogenia de la  esclerosis múltiple (EM) seguida de una reconstitución selectiva.

De esta forma, el tratamiento permite controlar la enfermedad durante 4 años con un máximo de 20 días de tratamiento oral (hasta 10 en el año 1 y otros 10 en el año 2), contribuyendo a normalizar la vida de las personas que conviven con esta enfermedad.

Celia Oreja Guevara, jefa de Sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, aporta que además que cladribina requiere de “una baja monitorización, lo que significa que el paciente sólo tiene que hacerse tres analíticas de sangre en el primer año y tres en el segundo y no necesita ir frecuentemente al hospital, evitando que tenga que ausentarse de su trabajo”.

Asimismo, el tratamiento permite a las personas con EM reducir las interferencias de esta enfermedad, que se diagnostica principalmente a mujeres jóvenes (alrededor de los 30 años de edad).

“En España, la EM afecta ya a alrededor de 50.000 personas y es la segunda causa de discapacidad en adultos jóvenes, solo superada por los accidentes de tráfico. En Merck entendemos que nuestro compromiso con estos pacientes pasa por ayudarles a recuperar la libertad de tomar decisiones que afectan a su vida y hacer que no tengan que recordar continuamente que padecen esclerosis múltiple”, explica Isabel Sánchez Magro, directora Médica de Merck, quien aclara que “aunque la EM es una enfermedad crónica, su tratamiento no tiene por qué serlo”. Así, el objetivo pasa por buscar tratamientos que limiten en lo menos posible a la vida del paciente, que ya se ve afectada por la enfermedad.