Un total de 250 empleados de las empresas farmacéuticas innovadoras que operan en España se han puesto a disposición, fundamentalmente, de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, del Departamento de Salud de Cataluña y de los colegios profesionales de ambas autonomías para cooperar en la lucha contra el Covid-19. Farmaindustria, ha abierto vías de colaboración con estas comunidades y colegios para poner en marcha este apoyo.
Médicos, enfermeras, farmacéuticos, biólogos, bioquímicos o psicólogos son los perfiles sanitarios que están aportando las compañías de Farmaindustria, junto a profesionales de otros ámbitos de estas empresas, y podrán incorporarse (algunos ya lo han hecho) en cuanto las autoridades sanitarias los requieran en alguno de los centros hospitalarios, hospitales de campaña, hoteles medicalizados, centros de salud, laboratorios de análisis o en otras actividades de apoyo que los precisen.
Desde donaciones hasta refuerzo de la producción
Esta iniciativa se suma al resto de ayudas sobre el terreno que también están prestando las compañías farmacéuticas. Así, tras un sondeo entre una treintena de asociados, Farmaindustria ha comunicado estos días que ya se han donado más de 8 millones de euros en las primeras semanas de la crisis en concepto de medicamentos y otro tipo de material sanitario, que incluye geles hidroalcohólicos, mascarillas, guantes, pantallas y gafas de protección o respiradores, entre otros productos.
Este esfuerzo adicional del sector con donaciones y profesionales voluntarios se añade a la incesante tarea de la industria innovadora de encontrar un posible tratamiento que cure la infección por la Covid-19, así como a la búsqueda de una vacuna preventiva que pueda estar disponible para la población mundial en el menor plazo posible. En apenas un mes se han identificado 30 posibles medicamentos y están en desarrollo 20 vacunas, en lo que se ha catalogado como el mayor esfuerzo investigador en menos tiempo de la historia.
Asimismo, la industria farmacéutica está considerada por las autoridades como uno de los sectores estratégicos que no ha parado su actividad, a pesar de la parálisis decretada por el Gobierno para la mayoría de las actividades industriales. Incluso, las compañías han reforzado su labor en las 80 plantas de producción de medicamentos ubicadas en nuestro país para garantizar que ninguno de los 25 millones de españoles que padecen una enfermedad se queden sin su tratamiento en medio de esta crisis sanitaria sin precedentes.