Las investigaciones previas que sugirieron esta asociación no consideraron la salud mental previa de las mujeres, analizaron a pocas participantes o se basaron en autoinformes realizados por ellas. Ahora, el nuevo estudio, publicado en la revista 'The Lancet Psychiatry', ha tenido en cuenta todos estos paráemtros, así como las ideas suicidas ocurridas un año antes y después del aborto.
Además, tuvieron en cuenta la edad, los antecedentes de parto, salud mental y física de las mujeres, la salud mental de sus padres y el estado socioeconómico los mismos. Los autores solo consideraron datos relacionados con intentos de suicidio no mortales y abortos registrados en el primer trimestre, no abortos múltiples ni los producidos después de los primeros tres meses de gestación.
De las mujeres incluidas en el estudio, el 9 por ciento tuvo, al menos, un aborto en el primer trimestre, y el 2 por ciento tuvo un intento de suicidio durante el período de estudio. Para las mujeres que tuvieron un aborto, hubo tasas similares de intentos de suicidio.
"Cinco años después de un aborto, la tasa de intentos de suicidio por primera vez se reduce a la misma tasa que en las mujeres que no han tenido un aborto, lo que contrarresta la idea del 'síndrome post-aborto'", han dicho los investigadores.
Al mismo tiempo, el riesgo de suicidio disminuyó a medida que aumentaba el tiempo desde el que se produjo el aborto. Los factores de riesgo más fuertes para intentar suicidarse fueron uso previo de medicamentos antidepresivos, uso previo de medicamentos contra la ansiedad y uso previo de medicamentos antipsicóticos.
En Dinamarca es legal el aborto, por lo que no está claro si los resultados se pueden generalizar a otros contextos, especialmente en aquellos países en los que esta práctica es ilegal.