jueves. 19.12.2024

Investigadores de la Universidad de Tohoku (Japón) han desarrollado un nuevo tipo de lentes de contacto inteligentes que pueden prevenir la sequedad ocular a partir de un sistema "autohidratante", que han descrito en la revista 'Advanced Materials Technologies'.

Los expertos explican que las lentes de contacto son dispositivos portátiles que podrían "acelerar la visión más allá de las capacidades humanas naturales", gracias a sus múltiples aplicaciones que van desde el monitoreo no invasivo hasta la correción de la visión e incluso la visualización de realidad aumentada.

"Aunque son numerosos los avances recientes en nuevas funciones para lentes de contacto inteligentes, ha habido poco progreso en la solución de los inconvenientes asociados a su uso diario", ha señalado el profesor de la Universidad de Tohoku, el ingeniero Matsuhiko Nishizawa.

De hecho, uno de los mayores problemas asociados a las lentes de contacto es el síndrome del ojo seco, que según explican se produce por el parpadeo reducido y el aumento de la evaporación de la humedad. Este síndrome del ojo seco puede provocar heridas en la córnea, inflamación y sensación de incomodidad.

Los investigadores han desarrollado un nuevo mecanismo para combatir este problema, por medio de un sistema que mantiene una capa de líquido entre la lente de contacto y el ojo. Este sistema utiliza un flujo electroosmótico (EOF) que permite que el líquido fluya cuando se aplica una corriente sobre la superficie cargada. De esta manera, la lente de contacto blanda autohidratante suministra lágrimas que van desde el reservorio lagrimal temporal detrás del párpado inferior hasta la superficie del ojo.

"Esta es la primera demostración de que EOF aplicado en una lente de contacto blanda puede mantener la lente húmeda", ha destacado Nishizawa.

Además, los investigadores analizaron la posibilidad de emplear una fuente de alimentación inalámbrica sobre las lentes de contacto, para lo que probaron dos tipos de "biobaterías". Por un lado, una batería de magnesio-oxígeno, y por otro, una batería enzimática de fructosa-oxígeno, ambas consideradas "seguras y no tóxicas" para las células vivas. El sistema tuvo éxito y demostraron que podría montarse directamente sobre las lentes de contacto cargadas.

No obstante, han aclarado que aún se necesita más investigación para desarrollar unas lentes de contacto autohidratantes mejoradas, más resistentes y que puedan operar con corrientes más pequeñas.

Por último, el profesor Nishizawa ha señalado que en el futuro se pretende expandir esta tecnología a otras aplicaciones, como la entrega de medicamentos.