Un nuevo estudio, publicado en la revista Current Biology, revela que un entrenamiento atlético excesivo hace que el cuerpo se canse, pero también puede hacer que el cerebro se canse.
Cuando los investigadores impusieron una carga de entrenamiento excesiva a los triatletas, mostraron una forma de fatiga mental. Esta fatiga incluyó una actividad reducida en una porción del cerebro importante para tomar decisiones. Los atletas también actuaron de manera más impulsiva, optando por recompensas inmediatas en lugar de las más grandes que tardarían más en alcanzar.
“La región prefrontal lateral que se ve afectada por la sobrecarga de entrenamiento deportivo fue exactamente la misma que se había demostrado vulnerable al trabajo cognitivo excesivo en nuestros estudios anteriores, señala el autor, Mathias Pessiglione, del Hospital de la Pitié-Salpêtrière en París. Por lo tanto, esta región cerebral apareció como el punto débil de la red cerebral responsable del control cognitivo".
Los estudios sugieren una conexión entre el esfuerzo mental y el físico: ambos requieren control cognitivo, y que la razón por la cual dicho control es esencial para el entrenamiento atlético exigente es que mantener el esfuerzo físico y alcanzar una meta distante requiere control cognitivo. "Debe controlar el proceso automático que lo detiene cuando los músculos o las articulaciones duelen", dice Pessiglione.
Los investigadores, Pessiglione y Bastien Blain, explican que la idea inicial para el estudio surgió del Instituto Nacional de Deporte, Experiencia y Desempeño (INSEP) en Francia, que entrena atletas para los juegos olímpicos.
Algunos atletas habían sufrido el 'síndrome de sobreentrenamiento', en el cual su rendimiento se desplomó al experimentar una abrumadora sensación de fatiga. La pregunta era: ¿Este síndrome de sobreentrenamiento surgió en parte de la fatiga neuronal en el cerebro, el mismo tipo de fatiga que también puede ser causada por el trabajo intelectual excesivo?
Para averiguarlo, Pessiglione y su equipo reclutaron a 37 atletas de resistencia masculinos competitivos con una edad promedio de 35 años. Los participantes fueron asignados a continuar su entrenamiento normal o aumentar ese entrenamiento en un 40% por sesión durante un período de tres semanas.
Los investigadores monitorizaron su rendimiento físico durante los ejercicios de ciclismo realizados en días de descanso y evaluaron su experiencia subjetiva de fatiga utilizando cuestionarios cada dos días. También realizaron pruebas de comportamiento y resonancia magnética.
La evidencia mostró que la sobrecarga de entrenamiento físico llevó a los atletas a sentirse más fatigados. También actuaron de manera más impulsiva en las pruebas estándar utilizadas para evaluar cómo harían elecciones económicas. Esta tendencia se mostró como un sesgo a favor de recompensas inmediatas sobre las demoras.
El cerebro de los atletas que habían sido sobrecargados físicamente también mostraron una disminución de la activación de la corteza prefrontal lateral, una región clave del sistema de control ejecutivo, al tomar esas decisiones económicas.
Los hallazgos muestran que, si bien el deporte de resistencia es generalmente bueno para la salud, exagerar puede tener efectos adversos en el cerebro, dicen los investigadores. "Nuestros hallazgos llaman la atención sobre el hecho de que los estados neuronales son importantes: no se toman las mismas decisiones cuando el cerebro está fatigado", añade Pessiglione.
Sugiere que también puede ser importante controlar el nivel de fatiga para evitar que se tomen malas decisiones en los ámbitos político, judicial o económico.
En futuros estudios, los investigadores planean explorar por qué ejercer control durante el entrenamiento deportivo o el trabajo intelectual hace que el sistema de cognitivo sea más difícil de activar en tareas posteriores. En el futuro, la esperanza es encontrar tratamientos o estrategias que ayuden a prevenir dicha fatiga neural y sus consecuencias.