sábado. 21.09.2024

Los investigadores,  del UT Southwestern proponen usar una batería de pruebas como imágenes del cerebro y análisis de sangre para aumentar las probabilidades de encontrar el tratamiento adecuado.

En concreto, los trabajos, que se han publicado en la revista Nature Human Behavior incluyeron más de 300 participantes y utilizaron imágenes para examinar la actividad cerebral tanto en estado de reposo como durante el procesamiento de las emociones. Ambos estudios dividieron a los participantes en un grupo de control saludable y en otro con personas que padecían depresión y que recibieron antidepresivos o placebo.

De los participantes que recibieron medicamentos, los investigadores encontraron correlaciones entre cómo está conectado el cerebro y si un participante probablemente mejoraría a los dos meses de tomar un antidepresivo.

"Tomar imágenes de la actividad cerebral en varios momentos es importante para obtener una imagen más precisa de cómo se manifiesta la depresión en un paciente concreto. Para algunas personas los datos más relevantes vendrán del estado de reposo de sus cerebros, mientras que en otros el procesamiento emocional será un componente crítico y un mejor predictor de si un antidepresivo funcionará", han comentado los investigadores.

Y es que, tal y como han observado los científicos en el trabajo, gracias al uso de la inteligencia artificial, la cual ayudó a identificar regiones cerebrales específicas, se pudo predecir con mayor exactitud si los pacientes se iban a beneficiar de un tratamiento antidepresivo.