Los ministros de Salud de la Unión Europea han acordado este jueves en Bruselas reforzar la coordinación e intercambio de información en la gestión de la respuesta a la amenaza del virus coronavirus (Covid-19) y "vigilar" el riesgo de desabastecimiento de medicamentos y equipos importados desde China, si bien han insistido en que el riesgo de contagio en la UE es "bajo" y que los sistemas de salud nacionales están "bien preparados" para hacer frente a un aumento de los casos.
Antes de que arrancara el encuentro en Bruselas, algunos países habían apuntado la necesidad de mejorar la coordinación y ponerse de acuerdo en una respuesta común ante la epidemia, así como la necesidad de identificar riesgos y prever medidas de contención.
En este sentido, el titular alemán del ramo, Jens Spahn, alertó a su llegada de que "bastantes principios activos" utilizados en Europa proceden de China, en especial de la provincia de Hubei, e instó a que la Comisión Europea asumiera la tarea de vigilar la cadena de suministro.
La Academia de Farmacéuticos francesa también emitió un comunicado alertando de esta dependencia de China por parte de los laboratorios europeos, en un comunicado publicado horas antes de la reunión a Veintisiete, y llamó a la UE a "relocalizar la producción" de estas sustancias activas.
En la declaración consensuada por los ministros, el bloque recoge la petición y encarga al Ejecutivo comunitario evaluar las consecuencias para la salud que pueden tener brotes como el del coronavirus en la "disponibilidad de medicamentos en la UE y en la seguridad de las cadenas de abastecimiento".
Esta tarea, añaden los ministros, deberá cumplirla la Comisión en colaboración con la Agencia Europea del Medicamento y con las agencias nacionales.
La comisaria de Salud, Stella Kyriakides, ha confirmado que tomarán esta iniciativa aunque ha recalcado que por el momento ni los organismos internacionales ni las agencias europeas tienen datos que hagan temer el desabastecimiento "en próximos meses".
Además ha confirmado que "una gran cantidad, casi el 50% de los equipos de protección, se producen en China" y que ante esta situación han contactado con la industria europea para asegurar que podrían hacer frente ante un aumento drástico de la demanda.
Kyriakides también ha sido tajante al descartar que la situación en Europa haga pensar por ahora en que fuera necesario cerrar la frontera exterior del espacio de libre circulación Schengen para frenar el virus, si bien ha pedido no bajar la guardia y reforzar las medidas de control y prevención en las estrategias nacionales para encarar cualquier cambio en la evaluación de riesgos.
"La situación por el momento no exige medidas de ese tipo. Hay que observar la situación de forma positiva, se han tomado medidas en los Estados miembros y en China y esperemos que den fruto y permitan contener el virus", ha resumido la comisaria, que ha defendido que ahora la UE es "más fuerte" en la respuesta.
La UE es consciente de que el coronavirus es una amenaza para la salud pública pero cree que está ofreciendo una respuesta "coherente", con coordinación y eficacia, en una crisis global sobre todo por el alto número de viajeros internacionales y frecuencia de desplazamientos en un mundo globalizado.
Por ello piden "especial atención" al control de los viajes internacionales y asegurar que se cuenta con planes adecuados de reacción.