jueves. 19.12.2024

Tres nuevos estudios realizados por científicos del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati, en colaboración con investigadores de la Universidad de Cincinnati, en Estados Unidos, resaltan la relación entre la contaminación del aire y la salud mental en los niños.

El estudio, que se publica en la revista Environmental Health Perspectives, descubrió que la exposición a corto plazo a la contaminación del aire ambiental se asoció con exacerbaciones de los trastornos psiquiátricos en los niños uno o dos días después, como comprobaron por el mayor uso de las urgencias del hospital participante en el estudio.

También encontraron que los niños que viven en barrios desfavorecidos pueden ser más susceptibles a los efectos de la contaminación del aire en comparación con otros, especialmente para los trastornos relacionados con la ansiedad y el suicidio.

"Este estudio es el primero en mostrar una asociación entre los niveles diarios de contaminación del aire exterior y el aumento de los síntomas de los trastornos psiquiátricos, como la ansiedad y las tendencias suicidas, en los niños", resalta el doctor Cole Brokamp.

 “El hecho de que los niños que viven en vecindarios de alta pobreza experimenten mayores efectos en la salud de la contaminación del aire podría significar que el contaminante y el vecindario pueden tener efectos sinérgicos sobre la gravedad y frecuencia de los síntomas psiquiátricos", agrega.

Recientemente se publicaron otros dos estudios del Cincinnati Children's que también vinculan la contaminación del aire con la salud mental de los niños. Así, un estudio publicado en Environmental Research encontró una asociación entre la exposición reciente a la contaminación del aire relacionada con el alto tráfico y una mayor ansiedad generalizada.

Se cree que el estudio fue el primero en utilizar la neuroimagen para vincular la exposición a la contaminación, las alteraciones metabólicas en el cerebro y los síntomas de ansiedad generalizados entre los niños sanos. Encontró concentraciones más altas de mioinositol en el cerebro, un marcador de la respuesta neuroinflamatoria del cerebro a la contaminación del tráfico.

Otro estudio publicado en Environmental Research descubrió que la exposición a la contaminación durante los primeros años de vida y durante la infancia se asoció significativamente con síntomas de depresión y ansiedad autoinformados en niños de 12 años.

Se han publicado hallazgos similares en adultos, pero la investigación que muestra conexiones claras entre la exposición a la contaminación y la salud mental en niños ha sido limitada.

"En conjunto, estos estudios contribuyen a la evidencia creciente de que la exposición a la contaminación del aire durante los primeros años y la infancia puede contribuir a la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud mental en la adolescencia, apunta el doctor Patrick Ryan, de la división de Bioestadística y Epidemiología de Cincinnati Children's

Se necesita más investigación para replicar estos hallazgos y descubrir mecanismos subyacentes para estas asociaciones".