Para comprender qué procesos en el cerebro impulsan la regulación del sueño homeostático, independientemente de la hora del día, investigadores de la University College London (Reino Unido) ha analizado las larvas de pez cebra, debido a las similitudes que tienen con las personas como, por ejemplo, dormir todas las noches.
De esta forma, los investigadores publican en la revista Neuron que los peces cebra que tenían una actividad cerebral intensa, inducida por los estimulantes que les suministros, durmieron mucho más tiempo, lo que confirma que el aumento en la actividad cerebral contribuyó a una mayor necesidad de dormir.
Asimismo, han descubierto que la galanina es un gen que desempeña un papel central en la regulación del sueño homeostático, por lo que sus hallazgos pueden ayudar a comprender los trastornos del sueño y las condiciones que afectan el sueño, como la enfermedad de Alzheimer. "Es posible que hayamos identificado un buen objetivo farmacológico para los trastornos del sueño, ya que es posible desarrollar terapias que actúen sobre la galanina", han zanjado.