viernes. 03.05.2024

Tras el cese del estado de alarma después de la primera ola de la COVI-19, la sociedad se encontró en un periodo de adaptación a la denominada “nueva normalidad”.

La Farmacia Comunitaria vivió en primera línea de batalla toda la lucha frente a la COVID-19 pese a las dudas, el desconocimiento y el miedo generalizado que reinó durante las primeras semanas de confinamiento.

Supimos reaccionar y gestionar todo nuestro potencial pese al escaso apoyo que recibimos por parte de las autoridades sanitarias. Pusimos en marcha planes de contingencia que nos permitieron continuar nuestra labor sanitaria a pie de calle en unas mínimas condiciones de seguridad. 

Me siento orgulloso de nuestra actuación como colectivo, porque tuvimos la opción de quedarnos en servicios mínimos, subiendo la reja cada día y manteniéndonos resguardados tras el mostrador. Esta opción, que ante la incertidumbre que presidió esas primeras semanas hubiera sido perfectamente entendible, no fue siquiera valorada por ningún compañero.

Todos pusimos nuestras fortalezas al servicio de nuestros pacientes. La Farmacia Comunitaria ha sido parte activa del engranaje sanitario, desarrollando todo el potencial asistencial y social que como sanitarios especializados somos capaces de ofrecer. Nuestra vocación de servicio público ha estado activa a diario, las veinticuatro horas del día, al lado de todas aquellas personas que demandasen nuestra atención, siendo fieles a nuestro claim:

Colaboración asistencial y social de la Farmacia Comunitaria durante la crisis de la COVID-19

1. Buscando que nadie se quedase si su tratamiento médico, hemos podido acercar, de manera excepcional, hasta la puerta de nuestros vecinos más vulnerables ese tratamiento. Con esta propuesta se han podido beneficiar más de 850.000 personas que sin nuestra actuación hubieran estado abocados a la paralización de sus tratamientos o a una peligrosa exposición a la COVID-19.

Cabe recordar que el grupo de población más vulnerable está constituido por:

•       Personas diagnosticadas de Covid positivo y aquellas que, al estar en contacto con estas, tienen que pasar el periodo de aislamiento.
•       Personas con problemas de movilidad que no pueden salir a la calle y se encuentren en situación de soledad. 
•       La población de riesgo que está formada entre otros, por nuestros mayores, diabéticos, Epoc, pacientes oncológicos, etc.

2. En algunas Comunidades Autónomas, de manera excepcional, se nos permitió dispensar medicamentos hospitalarios para evitar desplazamientos innecesarios de los pacientes a sus hospitales de referencia para recoger su medicación. Con esta iniciativa se han podido beneficiar más de 7.000 pacientes de los distintos grupos de riesgo.

3. Lectura excepcional del TSI de la tarjeta electrónica para beneficiar de nuevo que, la población más vulnerable, no tuviera que acudir a la farmacia con su tarjeta para retirar su medicación.

4. En esas primeras semanas fuimos teleoperadores sanitarios con jornadas interminables de atención farmacéutica telefónica. Como expertos en salud, pudimos informar y asesorar, a nuestros pacientes, calmando así sus miedos y su ansiedad.

5. Tuvimos que formarnos para afrontar la intensa actividad educativa que desarrollamos en materia de protección y prevención frente a la COVID-19: 
•       mascarillas, uso, tipos, seguridad, diferencias.
•       geles hidroalcohólicos.
•       guantes: látex, nitrilo, vinilo.

6. Esa formación especializada nos sirvió para poner en marcha una labor divulgativa dirigida a combatir los continuos bulos vertidos diariamente a través, principalmente, de las redes sociales.  

7. Hemos demostrado la eficacia de la Farmacia Comunitaria en labores sociales, alcanzando a colectivos que durante el estado de alarma otros servicios no han podido llegar: 

•       El mejor ejemplo ha sido la iniciativa Mascarilla 19 que surgió en Canarias, gracias a la colaboración de los colegios de farmacéuticos de Las Palmas y Tenerife con el Gobierno autonómico.
         Tal ha sido el éxito de esta iniciativa, que ya es un recurso más de la lucha contra la lacra social que es la violencia machista.
         Con nuestra actuación hemos contribuido a una mayor concienciación social. A esta iniciativa ya se han adherido más de 16.000 farmacias de todo el país. A nivel internacional ya está presente en distintos países: Chile, Colombia, Francia y Alemania, entre otros. 

¿Hay una nueva percepción de la Farmacia Comunitaria tras la COVID-19?

Gracias a la labor desempeñada durante la pandemia, hemos conseguido mejorar la imagen y la percepción que de la Farmacia Comunitaria se tenía. Hemos sido el principal centro sanitario de información donde se ha podido acudir diariamente a solucionar dudas en salud y COVID-19. Nuestra imagen sale reforzada de manera generalizada en la población, sin segmentaciones por edad, situación geográfica o poder adquisitivo.

Los pacientes han valorado principalmente nuestra formación, conocimiento y la veracidad de toda la información que hemos ofrecido, además de la calidad en la atención farmacéutica dispensada tanto presencial como telefónicamente.
A nivel internacional, la OMS emitió un comunicado donde destacaba la labor en prevención y educación sanitaria que hemos desarrollado durante la crisis sanitaria de la COVID-19.

Debemos de sentirnos orgullos@s de ser una de las profesiones más valoradas durante esta pandemia. Este reconocimiento nos tiene que servir de estímulo para seguir avanzando en conseguir que sea la Administración quien comprenda todo el potencial que podemos desarrollar la red de Farmacias Comunitarias a nivel nacional.

¿Cómo ha afectado la crisis de la COVID-19 a las farmacias?

La Farmacia Comunitaria ha permanecido siempre abierta y en contacto con el paciente. Hemos tenido que priorizar la salud, con medidas de protección y distanciamiento, sobre una de las mayores fortalezas que tenemos, que no es otra que nuestra cercanía en el consejo farmacéutico. 

Las consecuencias de esta crisis han sido muy diferentes según el tipo de farmacia. En cualquier caso, las ventas durante estos meses se han basado principalmente en productos EPI (mascarillas, geles hidroalcohólicos, guantes, etc.) con unos márgenes muy reducidos. Esta disminución se ha visto agravada por todos aquellos productos estacionales que no han sido demandados y se han quedado en nuestras estanterías.

Mirando al futuro, ¿debemos modificar nuestra hoja de ruta?

Según los expertos, estamos abocados a una de las crisis económicas más duras que se han vivido. Esto traerá consigo un inevitable cambo en el estilo de vida de la gente según sus necesidades y sus costumbres. La prioridad será reducir el gasto familiar, de tal manera que, todo lo que no sea de primera necesidad (alimentación y salud), irá acompañado de una reducción en el gasto (viajes, ocio, etc.).

En cada farmacia, a nivel interno, habrá que apostar por medidas de higiene y seguridad que trasmitan tranquilidad a quienes nos visiten. Además de ERTES y teletrabajo no hay que olvidar el miedo que está presidiendo la vuelta a las rutinas. Ante esta situación y por temor al contagio, la población puede acomodarse a las costumbres interiorizadas durante el confinamiento.

Tenemos que entender que estamos obligados a readaptarnos. Hay que introducir cambios y buscar simplificar todo el trabajo de la farmacia tal y como lo entendíamos antes de la crisis sanitaria. Debemos priorizar, y para ello es fundamental que, filtremos primero y eliminemos después, aquello que no aporte valor.

La nueva Farmacia Comunitaria tiene una clara vocación asistencial y social, con una importante presencia del consejo farmacéutico. El objetivo es posicionar al farmacéutico dentro del engranaje sociosanitario.

Objetivos a corto plazo

El tener planificadas, incluso con horario incluido, algunas actividades del día a día nos permitirá acudir a la farmacia sin incertidumbres y con más energía para comenzar la jornada.

La apuesta más importante a corto plazo es demostrar y mantener las medidas de higiene y seguridad que hemos instaurado. 

Podremos debatir si el e-commerce es un objetivo para buscar en el corto o en el medio plazo, porque si algo se ha incrementado en este confinamiento ha sido el consumo online. 

Teníamos un público fiel que además de por nuestra atención y formación acudía a nosotros también por la cercanía y la comodidad. Esto es un hecho, y durante el confinamiento el e-commerce ha ampliado su cartera de clientes además de por sus precios, principalmente por su sencillez y comodidad.
Debemos trabajar en readaptarnos para ofrecer algo distinto, algo que atraiga a esas personas con otros argumentos como puede ser la seguridad, porque la distancia interpersonal ha llegado para quedarse en nuestras vidas.

Tendremos, siempre en base a la superficie de la que dispongamos, que señalizar circuitos con: 

•       zonas promocionales.
•       zonas de exposición de productos COVID-19.
•       zonas de temática estacional con productos relacionados con la entrada en la nueva normalidad tales como: alergias, fotoprotectores, capilares, adelgazantes. 

Todo aquello que sea susceptible de exposición tiene que estar situado de manera clara y muy visual, porque todo aquel que entra en la farmacia quiere estar el mínimo tiempo posible en su interior. Por tanto, si queremos revitalizar de nuevo el punto de venta y recuperar la experiencia de compra de nuestros pacientes es primordial que todo aquello que podamos exponer lo hagamos de manera clara y que sea fácilmente localizable.

¿Y si no se dispone de una gran superficie de exposición?

En esta nueva normalidad, hay especialistas en marketing que hablan de la importancia que debemos otorgar al sentido del olfato. 

Hay que conseguir que el primer olor que reconozcan al entrar en la farmacia sea de limpieza e higiene ya que ese olor se transformará automáticamente en una sensación de seguridad que aportara tranquilidad a quien nos visita. Con ello, la idea preestablecida en nuestro paciente de salir incluso antes de haber entrado se disipará. 

Objetivos a medio plazo

Debemos apostar por formaciones adaptadas a la nueva situación que nos permitan seguir creciendo a nivel personal y profesional. Esta formación continua nos permitirá seguir aportando valor en nuestro consejo farmacéutico, mejorando la calidad de vida en nuestros pacientes y sus familiares. 

Podemos apoyarnos en todo el material formativo que, desde el Consejo General de Farmacéuticos y también desde los distintos colegios territoriales, nos han proporcionado para dar respuesta a las múltiples demandas de nuestros pacientes tanto en materia de salud como de seguridad.

El e-commerce como objetivo. ¿Es obligatorio tener un posicionamiento online?

Es evidente que tener un lugar en el mundo digital es necesario. Durante el confinamiento todos nos hemos acostumbrado a comprar online sin necesidad de levantarnos del sofá. Esta digitalización en nuestros hábitos nos ha sido impuesta, pero rápidamente la hemos interiorizado gracias a sus principales señas de identidad: rapidez, sencillez y comodidad.

Por tanto, ¿es obligatorio tener un posicionamiento online? No, no es obligatorio, pero es evidente que es necesario estar en el mundo digital en esta nueva normalidad. Para mí es importante aclarar que no basta solo con tener presencia. Hay que hacer un estudio previo que permita focalizar los objetivos y, por supuesto, determinar cómo va a ser esa presencia.

La competencia con las grandes farmacias y los grupos de venta online es feroz. Si nuestro plan de actuación se reduce a competir en precio, la rentabilidad será mínima y, lo que es más importante, hipotecaría gravemente nuestra supervivencia en un futuro próximo.

Los especialistas en marketing digital hablan de encontrar nichos donde podamos poner nuestro foco, transmitiendo la imagen de expertos que pueden mejorar el estado de bienestar del paciente en áreas tan diversas como la nutrición, la dermatología, o en la mejora de la adherencia en el tratamiento de enfermedades crónicas.

Si seguimos estas recomendaciones, no tendríamos que entrar en una guerra de precios a la baja, donde estamos abocados a ser carne de cañón. En este nuevo marco, centraríamos nuestra inversión de marketing, en el posicionamiento SEO y/o SEM. Según el músculo económico del que se disponga, la inversión será más o menos potente, pero con una inversión básica inicial en SEO y SEM para continuar después sólo con posicionamiento SEO sería suficiente.

Esta actividad online debe ser una prolongación de la atención farmacéutica presencial. La idea es generar experiencias en salud en nuestro paciente que sean valoradas positivamente y perduren en el tiempo.

Objetivos a largo plazo

Es importante hacerse este planteamiento porque la situación particular que vivía cada farmacia antes de la crisis sanitaria nunca volverá a ser igual. Es necesario reinventarse y el camino a seguir es visibilizar la capacidad que tenemos los farmacéuticos de ofrecer soluciones tanto a nivel asistencial como social.

En esta línea, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, presentó ante la Comisión de Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados distintas soluciones que los farmacéuticos y las Farmacias Comunitarias podemos ofrecer para mejorar el Sistema Nacional de Salud (SNS) tras la pandemia de la COVID-19.

Integración absoluta de la Farmacia Comunitaria en la Atención Primaria

Buscando:

•       Poner en valor la atención farmacéutica con programas de seguimiento que mejoren la adherencia a los tratamientos. Ello supondría un ahorro a las autoridades sanitarias ya que disminuiría las visitas a urgencias y el tiempo medio de estancia en hospitales.
•       Una mayor libertad de intervención del farmacéutico en síntomas menores, con protocolos de acción previamente establecidos. Con esta actuación no sería necesario derivar al médico y masificar aún mas los centros de salud, con el colapso que se prevé en atención primaria en los próximos meses debido al surgimiento de posibles nuevos rebrotes.
•       Participar en programas específicos para pacientes crónicos donde optimizaríamos su tratamiento con un incremento de la efectividad y una mejora en la adherencia al mismo.
•       Mantener las iniciativas que con carácter excepcional se pusieron en marcha durante el confinamiento: atención farmacéutica domiciliaria y dispensación de medicamentos hospitalarios. 

Dentro de las políticas de Salud Pública, integrar a la Farmacia Comunitaria

En:

•       La red de vigilancia epidemiológica 

         En caso de aparecer posibles rebrotes por COVID-19, podemos monitorizar de manera precoz aquellos casos sospechosos.

•       Las estrategias de vacunación, por ejemplo, antigripal:

         Si esta inmunización tiene que llegar a más personas, y con los medios actuales esto no es posible, se hace obligado un cambio de estrategia. En este punto es donde la Farmacia Comunitaria puede y quiere colaborar para incrementar esa cobertura gracias a la red que formamos las más de 22.000 farmacias distribuidas por todo el territorio nacional.

         Ha sido necesario aclarar que sería una colaboración con enfermería, ya que no es el momento de crear nuevas acusaciones de intrusismo. La vacunación seguiría teniendo su epicentro en los centros de salud y sería liderada por enfermería. ¿Qué papel jugaríamos entonces?

      Dispensación de la vacuna.
      Cerrar citas para que fuese enfermería quien acudiera a las farmacias a inmunizar.
      Administrar la vacuna antigripal, siempre que hubiera consenso y colaboración.

Hay resultados del proyecto piloto que se ha llevado a cabo en Girona, una de las provincias con una de las tasas más bajas de España en cuanto a cobertura de vacunación antigripal

En este caso fue el equipo de enfermería quien acudió a las farmacias en la fecha y hora que previamente se había concertado con los pacientes para la administración de la vacuna. Las farmacias fueron un punto complementario de vacunación a los centros de salud. Vistos los positivos resultados obtenidos se ha pedido ampliar la colaboración en la próxima campaña a nuevas zonas de Cataluña. 
Si miramos al exterior en cuanto a vacunación, vemos que nos llevan ventaja, ya que nuestros vecinos de Francia y Portugal presentan experiencias ya consolidadas donde es el farmacéutico quien ejerce la función de inmunizador, actuando como complemento a la labor llevada a cabo en los centros de primaria.

Integrar a la Farmacia Comunitaria en la transformación digital de la Sanidad

Es un viejo anhelo de todos aquellos que nos decantamos por la vertiente asistencial de nuestra profesión.

Consiste en avanzar en la creación de un historial farmacoterapéutico completo y único del paciente con la incorporación de información por parte del farmacéutico. En el abordaje multidisciplinar formado por médicos, enfermería y farmacéuticos se crearía un flujo de información bidireccional que permitiría mejorar la calidad de vida del paciente. 

Intervenir en labores sociales y acciones de promoción social, tal y como ya se han realizado durante el confinamiento

Se pueden añadir otras como:

•       la colaboración con asociaciones de pacientes para conocer mejor sus necesidades y poder así hacer intervenciones más precisas.
•       participar en la creación y desarrollo en campañas sanitarias.

Me gustaría terminar remarcando la necesidad de garantizar una igualdad sanitaria en todo el territorio nacional. Para conseguirlo es fundamental que se garantice la viabilidad de las farmacias, en especial las situadas en zonas despobladas y deprimidas, para conservar un sistema sanitario de calidad y sostenible.