jueves. 19.12.2024

Menos de 2 de cada 10 pacientes asocian las alteraciones cardiovasculares con su enfermedad y sólo el 3,2 por ciento asocia los infartos con la diabetes tipo 2, según las conclusiones de la “Encuesta Creencias y Actitudes sobre la Diabetes” realizada por la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en Diabetes.

“Las personas con DM2 presentan hasta cuatro veces más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio o un ictus que las personas que no tienen diabetes, mientras que el 45 por ciento de los hospitalizados por un infarto de miocardio presenta diabetes confirmada o diagnosticada anteriormente”, señala Antonio Hormigo, médico de familia del Centro de Salud Puerta Blanca de Málaga.

En concreto, el estudio ha detectado un bajo conocimiento sobre la diabetes entre la población general, que la asocia y define como un alto nivel de azúcar en sangre, al igual que el 3,2 por ciento de los pacientes cree que el azúcar alto es una patología asociada a la enfermedad. El riesgo cardiovascular asociado a la Diabetes tipo 2 es aún más desconocido y solo el 3 por ciento lo asocia a la patología cuando está detrás del 50 por ciento de las muertes de pacientes diabéticos, principalmente por cardiopatía y accidente vascular cerebral.

 La información sobre la enfermedad, su prevención y riesgos y hábitos higiénico-dietéticos son los aspectos preferidos. También consideran útil la detección precoz y la sensibilización. No obstante, solo un 13,6 por ciento considera útil recibir información sobre los riesgos cardiovasculares.

A la hora de la práctica, el 87 por ciento dicen haber incorporado nuevos hábitos, sobre todo alimentarios, y 8 de cada 10 afirman haber introducido la práctica de ejercicio físico regular en su día a día.

Para la encuesta se han realizado 2.395 entrevistas a mayores de 18 años no diagnosticados de DM2 y 411 a mayores de 18 años diagnosticados con la enfermedad. El 80 por ciento de las entrevistas entre la población general se ha realizado vía Internet (personas de entre 18 y 64 años) y el 20 por ciento restante han sido llamadas telefónicas (65 o más años).