jueves. 02.05.2024

“La pandemia ha provocado que 8 de cada 10 farmacéuticos sufran estrés”. Así lo manifestaba este jueves Víctor Vidal Lacosta, experto en patologías de estrés, durante su intervención en la mesa de Infarma virtual “Estrés e inmunidad”.

En ella, el experto ha revisado el impacto de la fatiga pandémica y las repercusiones sobre la salud física, y ha explicado que el estrés pone en peligro al ser humano y causa el 70 por ciento de las enfermedades, cuando no las agrava.

Por ello, el experto resalta la relación entre problemas psicológicos y el Síndrome de Karoshi, que representa la principal causa de muerte en Japón, o los datos que convierten al suicidio en la causa de muerte superior a los accidentes de tráfico. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la depresión puede de ser la segunda causa por discapacidad en el mundo en 2022.

Distrés

El estrés es una reacción fisiológica que tiene el cuerpo frente a un desafío o demanda, nos prepara física y psicológicamente para enfrentarnos a un peligro o huir de él. Así, el estrés denominado positivo o eustrés, nos ayuda a cumplir ciertos objetivos del día a día.

El problema aparece cuando el estrés se prolonga durante un tiempo más extenso y adopta la forma del estrés crónico, dejando de ser adaptativo (distrés).

Al respecto, el Dr. Vidal Lacosta apunta al distrés o estrés crónico, como una de las perores consecuencias de la pandemia: “La sensación de tensión o amenaza provocada por la impredecibilidad y la sensación de descontrol ha generado en la sociedad el sentimiento de fatiga pandémica”, añade.

Ejemplo de profesionalidad

Vidal, que ha comenzado su intervención agradeciendo a Carmen Lozano, vocal de Alimentación y Nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), la labor realizada por los profesionales de la farmacia durante estos duros meses, ha destacado: “son un ejemplo de profesionalidad y se han comportado como unos guerreros. El problema es que no han tenido ayuda y han debido enfrentarse solos a esta situación, por lo que en estos momentos 8 de cada 10 farmacéuticos sufren estrés”.

Factores estresores

Durante el encuentro profesional se ha abordado el concepto de estrés haciendo una diferencia entre los factores conocidos como estresores, que pueden ser absolutos cuando son provocados por consecuencias devastadoras como la pandemia y el estrés relativo.

Cuando el estrés se prolongada en el tiempo, el sistema autoinmune se debilita poco a poco, bajando las defensas y facilitando la entrada de patógenos debido al aumento de cortisol, una hormona que tiene un efecto en prácticamente todos los órganos y tejidos del cuerpo, por lo que “un nivel elevado puede tener efectos devastadores sobre el cuerpo”, especialmente sobre el sistema inmune.

La relación entre el sistema nervioso y el sistema inmune explica la importancia que tiene la salud mental en la aparición de enfermedades. La bajada de inmunidad provoca un incremento de trastornos inmunológicos y mayor vulnerabilidad a infecciones, que se reflejan en el aumento de casos del virus del herpes simple. De hecho, está constatada la relación entre personas con alto nivel de estrés con una mayor prevalencia de dermatitis atópica, asma, artritis reumatoide, e incluso cáncer. “Y mucha atención a la respuesta y eficacia de las vacunas”, advierte Vidal.

Estrés y cáncer

Durante su intervención, el experto ha recomendado poner la lupa sobre la relación entre estés y cáncer, ya que el sistema inmune alterado no responde al correcto funcionamiento de las células NK. En este sentido apunta a los cánceres de mama y pulmón con un mayor factor de riesgo, ya que el estrés promueve la metástasis del tumor de mama y reduce la eficacia de la quimioterapia.

Por otro lado, ha apuntado otra repercusión negativa relacionada con el estrés crónico: varios estudios corroboran que la depresión y la ansiedad están implicados en los genes y pueden cambiar el funcionamiento del genoma e, incluso, transmitirse de generación en generación. Entre esos aspectos a los que puede afectar el estrés mediante el genoma se encuentra la longevidad y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El experto ha concluido que “sobre las válvulas de escape del estrés los farmacéuticos saben mucho, hay que ir al objetivo y la clave”, apunta el ponente cómo fórmula para reducir el estrés. Para ello, recomienda vivir el momento como el primer elemento para luchar contra el estrés. La motivación, actitud positiva y resiliencia son elementos favorecedores, junto a una correcta alimentación, para ayudar a aumentar la inmunidad y ahuyentar el estrés. De hecho, una buena dosis de risas supone “el mejor mecanismo para generar mayor cantidad de oxitocina, la llamada hormona de la felicidad”.

Al concluir la sesión, tanto Vidal Lacosta como Carmen Lozano han coincidido en que los farmacéuticos deberían ampliar su formación para “actuar frente al estrés y tener una mayor resistencia frente a estresores devastadores, como la pandemia, donde ellos han estado en primera línea, respondiendo a las necesidades de la población”.