jueves. 19.12.2024

MADRID (EUROPA PRESS)

La mitad de los desórdenes visuales más comunes entre los adultos, como la ambliopía u ojo vago, el estrabismo y los problemas de refracción, la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía, pueden prevenirse en la niñez, según afirman expertos de la Clínica Baviera.

Para que la visión se desarrolle de manera correcta, ambos ojos deben funcionar normalmente durante la infancia, ya que se considera que la madurez visual se alcanza aproximadamente a los seis años de edad.

Así lo explica el director médico de Clínica Baviera, Fernando LLovet, que asegura que "para atajar este tipo de problemas, es fundamental un diagnóstico precoz".

En su opinión, "es muy importante que un especialista revise la vista de los niños cada dos años. Lo ideal sería realizar un examen completo en el momento del nacimiento, una revisión a los seis meses y, posteriormente, exploraciones bianuales" y señala que "si en algún momento se sospecha que el niño tiene alguna dificultad visual hay que acudir al especialista inmediatamente".