Francisco Javier Chantada Abal, vocal de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria, sociedad que ha participado en la elaboración del documento de Consenso Criterios de derivación y manejo integral del paciente con STUI, destaca que entre los síntomas más frecuentes están la incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE), que se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina cuando se produce una mayor presión intraabdominal al hacer una actividad física, como puede ser reír, toser, estornudar, levantar un peso...; la incontinencia urinaria de urgencia (IUU), definida como la pérdida involuntaria de orina asociada con un fuerte deseo de orinar que no se puede controlar. Son los casos donde el paciente necesita ir sin demora al baño con miedo a que se le escape la orina, situación que influye negativamente en su calidad de vida. Por su parte, la incontinencia urinaria mixta (IUM), como su nombre indica, conjuga síntomas de las dos condiciones ya descritas, la incontinencia de esfuerzo y de urgencia.
Con respecto a la vejiga hiperactiva (VH), el experto detalla que es un problema de control de la micción, cuyo origen puede ser neurogénico, centrado en problemas de los nervios que controlan la vejiga, o miogénico, por hiperactividad del detrusor. Sus síntomas son un aumento en la frecuencia de las micciones, nicturia en algunos casos, y urgencia con y sin incontinencia.
Consultas
Los STUI son un motivo de consulta muy frecuente en Atención Primaria. Según Chantada, es imprescindible la colaboración entre los profesionales de los diferentes ámbitos asistenciales, Primaria y Especializada, para un correcto abordaje. En este contexto, “el papel de la Farmacia Comunitaria y también de la Enfermería es importante a la hora de detectar a los pacientes con STUI para, en caso necesario, derivar al médico de Atención Primaria, quien procederá a su valoración diagnóstica inicial y decidirá la pauta de tratamiento o, si fuera necesario, la derivación a Especializada. Todo el proceso requiere la participación coordinada de profesionales sanitarios de los distintos niveles asistenciales, de profesionales que la planifican, es decir, de los gestores, y la de quienes la reciben”.
Para que el paciente con STUI tenga una buena calidad de vida es necesaria una correcta adherencia terapéutica, que se puede mejorar con una buena relación entre los profesionales sanitarios y el paciente. Para Chantada, dicha relación se basa en tres pilares: institucional, donde la administración sanitaria, los colegios oficiales y las sociedades científicas colaboren organizando jornadas, programas multidisciplinares...; profesional, participando el farmacéutico comunitario en sesiones clínicas conjuntas en centros de salud, congresos conjuntos... “Se podría llegar a un acuerdo en el uso de protocolos, cuestionarios validados..., que se podrían adjuntar a la carta de derivación de la Farmacia Comunitaria, adelantando así un paso en el diagnóstico”, y personal, “conocernos y ponernos de acuerdo en realizar una comunicación conjunta; en este aspecto, receta electrónica va a ser una gran herramienta para realizar una comunicación rápida, bidireccional y eficaz”, detalla el representante de SEFAC.