jueves. 19.12.2024

Para valorar los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) hay varios cuestionarios que se pueden utilizar en la Farmacia Comunitaria. Entre Estos, Francisco Javier Chantada, vocal de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), destaca el ICIQ-SF para incontinencia urinaria, cuestionario IPSS para síntomas prostáticos o el diario miccional. “Estos nos darán una idea de cómo se encuentra el paciente inicialmente. Si estos cuestionarios se realizan pasado un tiempo desde la instauración del tratamiento, nos ayudarán a la evaluación de su eficacia”.

Según su opinión, el farmacéutico comunitario tiene que tener en cuenta a la hora de tratar con pacientes con STUI dos aspectos destacados, su elevada prevalencia y que un alto porcentaje de pacientes no se atreven a consultarlo por diversos motivos, entre ellos vergüenza o resignación, ya que piensan que son cosas de la edad. Por eso, “una adecuada y específica formación del farmacéutico en estos síntomas, junto a su papel de experto del medicamento y una actitud proactiva ante esta patología, se traducirá en una mejor calidad de vida del afectado, y en una mejor adherencia al tratamiento farmacológico y a las medidas higiénico-dietéticas”.

Por eso, para poder mejorar el abordaje de los STUI desde la Farmacia Comunitaria son necesarios protocolos de detección, derivación y seguimiento.

Habilidades

Para Chantada, es muy importante fomentar habilidades de empatía, confidencialidad, prudencia y sensibilización entre el personal de la Farmacia Comunitaria con el objeto de realizar una detección temprana de los STUI, “ya que son patologías que con frecuencia pasan desapercibidas hasta que suponen una alteración importante de su calidad de vida”.

Hay varias situaciones en las que el farmacéutico comunitario puede tener sospecha de la existencia de un STUI. Algunas de estas son que el paciente pide compresas para la incontinencia urinaria y no consulta por otra solución a su problema; que tenga un fuerte olor corporal o una patología dermatológica en zona genital por la que demanda una crema; que pida antitusivo para evitar las pérdidas de orina al toser, puesto que piensa que es algo normal, y personas más jóvenes que no se atreven a consultar al médico por vergüenza y se sienten más cómodos hablando con su farmacéutico.

Derivación

Así, la proximidad, accesibilidad y cercanía son las bazas con las que tiene que jugar el farmacéutico comunitario a la hora de derivar al paciente con sospecha de STUI al médico de Atención Primaria. “Podemos detectar pacientes con STUI; es necesario practicar una escucha activa, invitando al paciente a la zona de atención farmacéutica personalizada de la Farmacia Comunitaria”.

Chantada recuerda que la Farmacia Comunitaria no está integrada en el sistema sanitario público; “sin embargo, su papel es muy importante. Los farmacéuticos comunitarios, como expertos del medicamento, están en una excelente posición para poder ejercer una notable influencia en promover la adherencia a la medicación. Es un paso casi obligado al final de la utilización del resto de los servicios asistenciales del sistema, por lo que es un lugar idóneo para la detección y el abordaje de los problemas de adherencia terapéutica”.