Los pacientes diabéticos están, por lo general, bien controlados independientemente del tratamiento farmacológico que deban seguir. No obstante, la adherencia al mismo y las medidas higiénico-dietéticas saludables son claves para dicho control y para evitar complicaciones derivadas de la enfermedad.
En el correcto cumplimiento de estos dos aspectos, juega un papel fundamental el farmacéutico comunitario, según se recoge en el estudio sobre grado de control de la diabetes mellitus en el paciente diabético en farmacias onubenses que el grupo de Atención Farmacéutica (AF) del Colegio de Farmacéuticos de Huelva ha presentado en el VIII Congreso Nacional de Atención Farmacéutica , celebrado en Bilbao, y que concluyó destacando la actuación fundamental de un farmacéutico para preservar una correcta adherencia y unas condiciones higiénico-dietéticas correctas en pacientes diabéticos, a través de una atención farmacéutica personalizada.
Los datos obtenidos fueron presentados en un póster en el que quedaban recogidos los resultados obtenidos en la primera fase de un estudio elaborado por profesionales farmacéuticos onubenses en 18 oficinas de farmacia de la provincia, en el que han participado más de 300 pacientes y en el que quedaban registrados datos socio-demográficos, el año de diagnóstico de la enfermedad, hábitos de vida saludables, tratamiento farmacológico y pauta a seguir, posibles efectos secundarios asociados a la farmacoterapia así como complicaciones derivadas de la evolución de la enfermedad.
De los 308 pacientes participantes en esta primera fase del estudio se han obtenido datos como que el 74,4% de los pacientes es adherente a su tratamiento farmacológico. Asimismo, se destaca que entre los efectos secundarios más comunes destacan los trastornos gastrointestinales, aunque un 66,6% de los pacientes no manifestaron ningún efecto secundario.
Las complicaciones más habituales registradas fueron alteraciones cardiovasculares (30,5%), disfunción eréctil (22,8%) y retinopatías (16,2%).
Este estudio contará con una segunda parte consistente en el seguimiento de 406 pacientes diabéticos, a quienes se les tratará de reducir el valor de hemoglobina glicosilada (aquella cuya medición determina si la diabetes ha estado bien controlada) a través de educación diabetológica.
Por otro lado, con motivo de la conmemoración, este jueves día 14 de noviembre, del Día Mundial de la Diabetes, la Fundación Española del Corazón (FEC) alerta de que en España el número de diabéticos está aumentando de manera exponencial. En la actualidad, el 30% de los enfermos del corazón padece diabetes, lo que supone un peor pronóstico clínico que para el resto de pacientes cardiovasculares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que actualmente hay más de 347 millones de personas con diabetes. Según la European Society of Cardiology (ESC) y la European Association for the Study of Diabetes (EASD), se estima que para el 2030 habrá 552 millones de diabéticos a nivel global pero solo la mitad de ellos serán conscientes de su enfermedad. Además, prevén que 300 millones de personas estarán en riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 (DM2).
En España, la diabetes está aumentando paralelamente al incremento de peso de la población y, especialmente, al incremento de peso de los jóvenes. Según el Dr. Enrique Galve, presidente de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), "el crecimiento de la población diabética se está produciendo de manera exponencial, un hecho que está relacionado con el cambio de los hábitos de vida y el tipo de alimentación". El Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España (ENRICA) indica que el 28% de la población fuma (y la gran mayoría de los fumadores lo hace a diario), el 44,6% de los españoles no realiza la actividad física recomendada y solo un pequeño porcentaje de la población alcanza los consumos recomendados de verduras y hortalizas, fruta, leche y derivados. Según el mismo estudio, la prevalencia de la diabetes es del 6,9% de la población.
Las personas con diabetes presentan un riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares al menos entre 2 y 4 veces superior en comparación con las personas no diabéticas de similar edad, siendo más marcado este impacto en el caso de las mujeres. Además, también tienen más riesgo de morir por enfermedad cardiovascular: más de la mitad de los diabéticos muere por causas cardiovasculares.
La diabetes, que se caracteriza por un alto nivel de glucosa en sangre, también va asociada a otros factores de riesgo cardiovascular como son la obesidad, la hipertensión arterial o la dislipemia. Es por ello que la diabetes, cada vez más, se considera una enfermedad cardiovascular. En este sentido, el Dr. Enrique Galve hace hincapié en que "para controlar la diabetes y prevenir la enfermedad cardiovascular, tan importante es tratar los niveles de glucosa como actuar sobre los factores de riesgo, como la hipertensión o el colesterol elevado, y sobre los hábitos de vida del paciente".
Desde el punto de vista cardiovascular, la diabetes tiene un comportamiento más agresivo que otros factores de riesgo. El Dr. Galve explica que, "el pronóstico clínico del diabético es peor que el del resto de pacientes cardiovasculares por dos motivos principales. En primer lugar, los tratamientos indicados para reducir el nivel de azúcar en sangre no son tan efectivos como los tratamientos indicados para tratar otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipercolesterolemia o la hipertensión arterial, por ejemplo. Se evitan los fármacos muy agresivos que pueden provocar bajadas de azúcar drásticas (hipoglicemia), extremadamente nocivas para la salud del paciente, algunos de los cuales no se ha demostrado que realmente logren disminuir la mortalidad. Es por ello que se usan tratamientos hipoglicémicos menos intensos. En segundo lugar, el paciente diabético desarrolla un tipo de enfermedad cardiovascular más difusa que no afecta a segmentos arteriales concretos, donde existiría mayor facilidad para actuar, sino que la enfermedad cardiovascular, a menudo, aparece en todo el recorrido de la arteria, lo que dificulta la actuación intervencionista y el tratamiento global de la enfermedad. Por este motivo, entre otras razones, el pronóstico de un enfermo cardiovascular con diabetes es peor".
Prevenir la diabetes
La DM2 es la más común, representa un 95% de la diabetes y depende directamente de los cambios en la alimentación y los hábitos de vida.
Existen distintos estados pre-diabéticos: el síndrome metabólico, la glucosa alterada en ayunas y la resistencia a la insulina. Actuando sobre el estilo de vida de los pacientes (realizando actividad física, evitando la obesidad y manteniendo una dieta saludable) se puede retardar o prevenir el paso al estado diabético.