Farmacéuticos catalanes se han formado para participar en la red de farmacias centinelas. Una vez superada la formación, y tras el éxito de la prueba piloto llevada a cabo en Barcelona, está previsto que el proyecto se inicie el día 1 de julio en el resto de Cataluña.
En el marco de esta iniciativa, impulsada por el Departament de Salut de la Generalitat y el Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya, las farmacias trabajan conjuntamente para aportar información sobre incidentes de seguridad relacionados con el uso de los medicamentos -como el seguimiento específico de determinados medicamentos-, para monitorizar su abuso o el uso recreativo y para obtener datos que se puedan integrar en sistemas de vigilancia de otros profesionales sanitarios.
A lo largo de las cuatro horas que duró el curso, se profundizó en aspectos como el funcionamiento general de la red y cómo realizar el registro de datos obtenidos. Y, más concretamente, entre otros temas, se abordó cómo hacer el seguimiento de las alertas de calidad de medicamentos, cómo notificar la sospecha de errores de medicación o reacciones adversas a medicamentos, y también qué se debe tener en cuenta para identificar posibles casos de uso de medicamentos con finalidad no terapéutica.
Dónde actúan las farmacias centinelas
Las dos grandes áreas en las que han actuado los farmacéuticos durante la fase piloto han sido, por un lado, la farmacovigilancia, centrada en la detección, evaluación, conocimiento y prevención de los efectos adversos de los medicamentos. Dentro de este campo, los farmacéuticos tienen como funciones principales seguir las alertas farmacéuticas de desabastecimiento de medicamentos, así como las alertas de calidad. Asimismo, son los encargados de notificar una sospecha de reacción adversa a un fármaco, vigilar los medicamentos sujetos a seguimiento adicional.
Por otra parte, detectar y registrar la sospecha de abuso o uso desviado de medicamentos con una finalidad no terapéutica.