domingo. 22.09.2024

Doce profesionales fallecidos, el 11,5 por ciento del personal de baja y 30 cierres temporales es el balance de la red madrileña de oficinas de farmacia desde que el pasado 14 de marzo se decretara el estado de alarma como consecuencia de la COVID-19, y ante la falta de material de protección.

Primero se registró una sucesión de bajas laborales que obligaron a reducir, en un primer momento, los horarios de atención; después se hizo inviable mantener abiertas las farmacias y se notificaron los primeros cierres temporales; y, por último, la farmacia madrileña tuvo que lamentar el fallecimiento de los primeros farmacéuticos en esta crisis sanitaria.

Tal y como lamenta el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Luis González Díez, “lo más duro ha sido la pérdida irreparable de compañeros tan cercanos y entrañables para todos nosotros que han demostrado su vocación y entrega hasta el final”. En total, la farmacia madrileña suma 11 farmacéuticos y un auxiliar fallecidos. Doce profesionales sanitarios que han dejado su vida en esta epidemia y por los que la farmacia madrileña está de luto.

Han sido casi 50 días en los que la farmacia ha pagado un alto precio por su compromiso sanitario para seguir prestando un servicio de atención farmacéutica que el Gobierno decretó como esencial para la población.

Mejora la situación

Afortunadamente, lo peor de esta primera fase de pandemia parece que se está dejando atrás: la red de farmacias contabiliza 20 reaperturas y son solo 10 oficinas –9 en la capital- las que permanecen todavía en situación de cierre temporal como consecuencia del virus.

El esfuerzo profesional por sobreponerse a las numerosas bajas laborales y seguir cerca de la población como auténticos profesionales sanitarios y personal de farmacias ha sido evidente. Alrededor del 11,5 por ciento de los profesionales que trabajan en la red madrileña de farmacias ha notificado su baja laboral a la Seguridad Social por COVID-19 durante las últimas seis semanas, especialmente durante la última quincena de marzo, cuando se registraron el 90 por ciento del total de bajas. En abril, en cambio, se aprecia un importante descenso y un cambio en la codificación de las bajas, al pasar de Contingencia Común a COVID-19. 

Consecuencia de dichas bajas han sido las 243 notificaciones recibidas de 201 oficinas de farmacia hasta este lunes, para comunicar cambios de horario y cierres temporales motivados por la pandemia. En 186 casos, se ha tratado de reducciones de horario de atención al público que se corresponden con 174 oficinas de farmacia. Solo en cuatro casos se ha tratado de ampliaciones de horario.