jueves. 19.12.2024

La industria de autocuidado tiene que contribuir a fomentar el valor del consejo farmacéutico en dermocosmética, consejo que supone uno de los activos más importantes para el desarrollo de este segmento en la farmacia. Así lo manifestó el director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), Jaume Pey, durante la jornada "Por una dermocosmética innovadora al servicio de la farmacia" celebrada en Madrid. Pey también recordó que la industria está comprometida "con la puesta en el mercado de productos dermocosméticos innovadores y de calidad que aporten a la farmacia un valor añadido".

Para el director general de anefp, los productos de dermocosmética cuentan en la oficina de farmacia con un valor añadido, el del amplio conocimiento científico de sus profesionales. No obstante, animó a los farmacéuticos a "atreverse a mostrar" ese conocimiento. "Queremos una farmacia valiente", continuó Pey, quien recalcó las buenas perspectivas de futuro para la dermofarmacia y el apoyo del sector de autocuidado a su desarrollo.

Manel Vera, presidente del comité de Cosméticos de anefp, incidió en ese compromiso de la industria de autocuidado con la dermofarmacia, poniendo como ejemplo la creación, hace un año, de un comité específico para tender puentes con las oficinas de farmacia y trabajar juntos para el desarrollo de este sector. "Nuestra asociación entiende el autocuidado de la salud como un concepto amplio que se extiende al bienestar de las personas, y ahí la dermofarmacia juega un papel esencial", precisó.

"La farmacia tiene que ser el referente en productos para el cuidado de la salud de los ciudadanos", aseguró Cristina Tiemblo, vocal de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) en la inauguración de la jornada. "Nuestra profesionalidad supone un valor añadido para el consumidor", señaló.

En esta misma idea hizo hincapié Nuria Bosch, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB). En su opinión, el consumidor valora de la farmacia especialmente la confianza que le genera, la calidad de su servicio y su proximidad. Como ejemplo de colaboración entre farmacia e industria, Bosch resaltó el Grupo de Cosmetovigilancia creado por el COFB en abril de este año para identificar posibles reacciones adversas a productos de dermofarmacia con el objetivo de tratarlas inmediatamente y notificarlas a los laboratorios fabricantes. "Se trata de convertir una experiencia potencialmente negativa en un ejemplo de servicio al cliente", explicó.

Regulación de la dermofarmacia

En el primer taller de la jornada, dedicado al ámbito regulatorio, Mercé Camps, coordinadora del Grupo de Trabajo de Asuntos Regulatorios del Comité de Cosméticos de anefp (COCOS), subrayó la importancia del Código Nacional que otorga el CGCOF a los productos de dermofarmacia, lo que contribuye a diferenciarlos de los productos milagro.

Carmen López-Antuñano, responsable de la asignación del Código Nacional de Parafarmacia en el CGCOF, recordó que los productos de dermofarmacia están regulados por un reglamento de la UE que delimita las alegaciones y reivindicaciones de salud y bienestar que pueden hacer este tipo de productos. "Los claims deben cumplir una triple función: informar al usuario, ser útiles y comprensibles y ayudar al consumidor a tomar una decisión de compra", precisó López-Antuñano.

Por su parte, Rosalía Gozalo, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, animó a los farmacéuticos a aprovechar su valor diferencial respecto a otros canales de venta: el conocimiento científico. "La gran responsabilidad del farmacéutico es tener los mejores productos de dermocosmética, los de más calidad", añadió Gozalo, con el objetivo de poder recomendarlos a sus clientes.

La farmacia como establecimiento

El taller dedicado a la farmacia como establecimiento de venta de dermocosméticos fue moderado por Eva March, coordinadora del grupo de trabajo de farmacias del Comité de Cosméticos de anefp, y contó con la participación de Luis de la Fuente, socio director de Mediform Plus, quien apostó por dar más visibilidad a la dermocosmética dentro de la farmacia mediante espacios propios y por la formación del profesional farmacéutico y su equipo de trabajo en técnicas de venta. A la industria de dermocosmética le reclamó soluciones a medida para cada establecimiento. "La clave está en saber segmentar a las farmacias y convertirlas en socios estratégicos", apuntó el socio director de Mediform Plus.

Federico Mantilla, titular de la farmacia Los Osos de Santander, presentó en la jornada su experiencia personal. Tras la compra de una farmacia que él mismo definió como "sin identidad propia", basada principalmente en la dispensación de recetas médicas, comenzó en 2009 un proceso de renovación que le llevó a dedicar un espacio destacado a productos de dermofarmacia e, incluso, a abrir en un local contiguo una consulta especializada en medicina estética.

Esto le  ha permitido aumentar las ventas de productos de dermocosméticos en un 40% y crear nuevas oportunidades de negocio, como  Openfarma.com, una plataforma online de asesoramiento farmacéutico con un catálogo de más de 18.000 productos de dermofarmacia.

Nuevas tendencias en dermocosmética

El último taller de la jornada, dedicado a la investigación y las nuevas tendencias en dermocosmética, fue moderado por Juana García, coordinadora del grupo de trabajo de I+D del Comité de Cosméticos de anefp. En él, la dermatóloga Mayte Truchuelo hizo un repaso a las novedades que se están produciendo en el ámbito de la dermocosmética con productos como los cosmocéuticos –cosméticos capaces de modificar la estructura de la piel- y la nutricosmética, que se basa en el uso de alimentos probióticos y prebióticos para modificar el aspecto de la piel.

También destacó otras novedades, como el uso de células madre de origen vegetal por su efecto antioxidante o el desarrollo de péptidos y factores de crecimiento, utilizados hasta ahora en curación de heridas, como posibles productos antienvejecimiento.

Para finalizar, la farmacéutica Carmen Torres, autora del blog Farmalista, aclaró que no hay que hablar de fidelizar al cliente, sino de crear afinidad con él. "La afinidad consiste en conectar con lo más profundo de su persona, con sus emociones", aclaró Torres. Para ello, hay que conocer qué es lo que le motiva en su decisión de compra, puesto que la emoción "conduce a la acción".

"Para conectar emocionalmente con los consumidores disponemos de una herramienta muy potente: las redes sociales", continuó Torres. En su opinión, las redes sociales no solo proporcionan información al usuario, también le permiten otorgar su aprobación o desaprobación a los productos que consume, convirtiéndole en cocreador de contenidos.

"La dermocosmética fuera de la farmacia es un mundo de ilusión con un poco de ciencia; en la farmacia es un mundo de ciencia con un poco de ilusión", reconoció Torres. Por este motivo, apostó por ser imaginativos y llegar a las emociones del consumidor. "La venta debe ser el efecto secundario de hacer felices a las personas", concluyó.