En la mesa redonda patrocinada por Grupo Cofares 'El papel de la farmacia en el nuevo espacio sociosanitario', en el marco de Infarma 2018, César Antón, director del Área Sociosanitaria de Cofares, ha recordado que en España hay casi tres millones de personas que tienen reconocida su situación de discapacidad Una realidad a la que la farmacia debe adaptarse y formar parte activa dentro de la atención sanitaria integral y, también, ante las nuevas necesidades en atención domiciliaria.
“El farmacéutico comunitario ya está desarrollando esta función, a través de la atención farmacéutica, colaborando con otros profesionales sanitarios y, por tanto, participando desde la cercanía en el seguimiento y atención continuada para la mejora de la salud de las personas”, incide.
En esta atención farmacéutica cobra un papel importante el seguimiento fármacoterapéutico. Un reciente estudio del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha demostrado que el seguimiento farmacoterapéutico reduciría el 54,1% los problemas de salud no controlados en pacientes mayores de 64 años que toman cinco o más medicamentos de forma continuada, y se reducirían el 53,1% de las consultas en Urgencias y el 59,8% de las hospitalizaciones. “Lo que se traduciría en importantes ahorros para el Sistema Nacional de Salud y en una mejora de la calidad de vida percibida por el paciente en 6,74 puntos”, ha indicado Antón.
Para ello, según la presidenta del Instituto de Formación Cofares, Yolanda Tellaeche, el profesional farmacéutico “debe actualizar sus conocimientos de forma continua para garantizar la calidad de su servicio. Asimismo, deben coordinar su actuación con el resto de agentes de Atención Primaria y establecer un procedimiento estable que garantice también la seguridad jurídica ante posibles reclamaciones”.