La primera intervención de las Jornadas Digitales Infarma COVID-19, inauguradas este miércoles por los presidentes de los colegios oficiales de farmacéuticos de Madrid (COFM) y Barcelona, Luis González Díez y Jordi de Dalmases, ha sido seguida en directo por Internet por más de 1.100 profesionales. Durante tres días, el ciclo de seis conferencias analizará la respuesta de la farmacia ante la pandemia, los efectos secundarios de los tratamientos, el estado de las investigaciones sobre la enfermedad y las pruebas diagnósticas o las consecuencias económicas para el sector.
González ha agradecido la participación de los 2.545 profesionales inscritos hasta el momento en el seminario web. También ha instado a “pensar en el futuro, con el fin de brindar un merecido homenaje a todos los farmacéuticos en la próxima edición de Infarma”, que se celebrará el 23, 24 y 25 de marzo de 2021 en el recinto ferial de Ifema, un símbolo de la lucha contra el virus en España.
Por su parte, Dalmases ha destacado el esfuerzo de organizadores, farmacéuticos y expositores para hacer posible las Jornadas Digitales de Infarma, “un marco de encuentro para todos los profesionales y un punto en el calendario para hablar de la profesión”. Ha recordado, igualmente, la importante contribución de los farmacéuticos durante la crisis.
En su primera sesión, Vicente J. Baixaulí, vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria, ha incidido en la capacidad de adaptación de la oficina de farmacia y su evolución profesional durante la pandemia, y ha señalado que la farmacia comunitaria “ha cumplido su misión de forma ejemplar, a pesar de la falta de previsión ante esta crisis sanitaria”. En su opinión, los farmacéuticos “no estábamos preparados ni teníamos los medios adecuados, pero nos hemos adaptado a las necesidades de los pacientes y al sistema sanitario”.
Óscar López Moreno, vocal de Oficina de Farmacia del COFM y moderador de la conferencia, ha recordado la atención de consultas de síntomas menores, la entrega de medicamentos de dispensación hospitalaria efectuada desde las oficinas de farmacia, además de aprovechar las posibilidades ofrecidas por la receta electrónica y colaborar con la Administración en la distribución de mascarillas, en el control de medicamentos de hidrocloroquina/cloroquina o en campañas de violencia de género, entre otras medidas. A su juicio, “el farmacéutico ha dado un paso adelante y hay que reconocérselo”. Sin embargo, este experto ha lamentado “la sensación de abandono” que, en su opinión, ha tenido el colectivo farmacéutico “con falta de reconocimiento a nuestro trabajo cuando hemos sido un servicio esencial”.