La Agrupación Farmacéutica Europea (PGEU) pide que se tenga en cuenta el interés del paciente antes de desarrollar medidas que afecten al correcto suministro de medicamentos. Lo ha hecho, en línea con lo solicitado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), a través de la publicación de su informe “Posicionamiento sobre desabastecimiento de medicamentos”, en el que, además, destaca el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED) del CGCOF como ejemplo de herramienta, a nivel europeo, de información generada por las 8.000 farmacias participantes. CISMED permite detectar en tiempo real situaciones generalizadas de problemas de suministro de medicamentos, información que se ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias y que se publica semanalmente.
La PGEU propone, también, que se cumpla la legislación comunitaria y nacional sobre las obligaciones de servicio público de todos los agentes de la cadena y que se genere información y canales de comunicación eficaces para el seguimiento y comunicación de los desabastecimientos. Recoge, igualmente, ampliar el alcance de la práctica farmacéutica con el fin de utilizar sus habilidades para minimizar el impacto de la falta de medicamentos y ofrecer la mejor atención al paciente.
Papel del farmacéutico
En España, la intervención del farmacéutico resuelve la mayoría de los problemas derivados del desabastecimiento mediante la sustitución del fármaco, la gestión de existencias o, cuando es posible, la formulación magistral. A nivel europeo, según los resultados de una encuesta llevada a cabo el pasado año y recogida en el informe, los farmacéuticos europeos dedican una media de más de 5 horas semanales a los desabastecimientos -gestión de stocks, consejos a pacientes, etc.-, con el fin de garantizar la continuidad de los tratamientos y evitar perjuicios derivados de su interrupción.