sábado. 21.09.2024

El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Luis González Díez, ha reclamado este jueves “los cambios que sean necesarios”, ya sean en el ámbito legislativo, organizativo o profesional, para desarrollar el papel asistencial y sanitario de los farmacéuticos que han desempeñado durante la pandemia y estar así mejor preparados ante una posible ola de contagios por COVID-19.

Durante la inauguración del curso ‘La profesión farmacéutica frente al coronavirus’ en El Escorial, refirió que “las actuaciones que los farmacéuticos hemos llevado a cabo durante la crisis para garantizar la continuidad asistencial o la adherencia y seguimiento de los tratamientos de los colectivos más necesitados y vulnerables deben mantenerse e integrarse en el sistema de salud”.

Medidas como la Atención Farmacéutica Domiciliaria, la renovación automática de recetas en tratamientos crónicos por 90 días, la dispensación de medicamentos sujetos a visado o la colaboración para dispensar medicamentos con la Farmacia Hospitalaria “han sido muy eficaces y eran y siguen siendo completamente necesarias”, en palabras de González.

Asimismo, subrayó la necesidad de “concertar e incluir en la cartera de servicios farmacéuticos todas aquellas prestaciones que han demostrado su utilidad y eficiencia”, además de contar más con los farmacéuticos y aprovechar el potencial sanitario de la red de oficinas de farmacia.

En su intervención, el presidente del COFM destacóla respuesta sanitaria de todos los farmacéuticos de hospitales, de atención primaria y salud pública, de los laboratorios de farmacia abiertas en España análisis clínicos, de la industria y la distribución o en las 22.000 oficinas de para garantizar la medicación a más de 25 millones de pacientes en tratamiento y ofrecer la mejor información y consejo a la población sobre prevención o abordaje terapéutico de la enfermedad, en tiempos de gran incertidumbre y de desinformación y noticias falsas. “Gracias a nuestra actuación profesional, hemos reducido el riesgo de contagio, hemos devuelto la tranquilidad a muchos ciudadanos y hemos evitado miles de consultas a un sistema de salud que durante los largos meses de marzo y abril dio la impresión de estar completamente desbordado por la COVID-19”.

Intervenciones

Luis González participó en el curso ‘La profesión farmacéutica frente al coronavirus’ junto al presidente del Grupo Cofares, Eduardo Pastor, la decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Irene Iglesias, y la vocal de Salud Pública del COFM, Susana Belmonte. El curso, patrocinado por Aristo Pharma Iberia, estuvo dirigido por María P. Gómez-Serranillos Cuadrado, catedrática de Universidad del Departamento de Farmacología, Farmacognosia y Botánica de la Facultad de Farmacia de la UCM.

El presidente del COFM se preguntó de qué forma las autoridades sanitarias pretenden elevar la cobertura de vacunación en 20 puntos, hasta el 75% del colectivo del riesgo fijado, y destacó la oportunidad de que las farmacias colaboren para conseguir esta meta de Salud Pública, una de las políticas clave para evitar que coincidan en el tiempo la circulación simultánea de los dos virus.

Por su parte, el presidente del Grupo Cofares reconoció el esfuerzo del sector para responder al “mayor test de estrés que ha vivido la cadena farmacéutica” y garantizar que “no haya faltado ni un medicamento” a los pacientes durante la pandemia. Eduardo Pastor señaló que Cofares invirtió 52,2 millones de euros en comprar productos de prevención contra la COVID-19 para el mercado español. También hizo un llamamiento para “aprovechar la red de oficinas de farmacia y la distribución farmacéutica”. En su opinión, el sector está capacitado y es “un termómetro de salud para detectar cualquier consumo farmacéutico anómalo en cualquier punto de España”.

Pilar Varela Gallego, vocal de Docencia y Universidades del COFM, destacó “el comportamiento ejemplar y heroico de toda la cadena del medicamento para asegurar la continuidad de los tratamientos de los pacientes”. Industria, distribución y farmacéuticos de farmacia hospitalaria y oficina de farmacia han trabajado juntos y coordinados para garantizar el acceso a los medicamentos de 25 millones de pacientes bajo tratamiento en España o de los pacientes hospitalarios externos a través de la dispensación en la oficina de farmacia.

Si bien los medicamentos llegaron con normalidad a las oficinas de farmacia gracias al trabajo de industria y distribución, sí reconoció que “estos productos COVID-19 como mascarillas, guantes, geles hidroalcohólicos, termómetros o pantallas, se convirtieron en “un rompecabezas para la distribución y la farmacia”, que siempre actuaron bajo los criterios de buenas prácticas de la distribución, validando proveedores y productos y respetando la normativa vigente, aseguró Varela.

Clara Martínez Gaite, vocal de Especialidades del Laboratorio Clínico del COFM, incidió en el “enorme reto que está suponiendo para los laboratorios clínicos el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de la enfermedad a través de pruebas fiables y específicas”, y abogó por el uso de test diagnósticos, como reclamó la OMS, pero teniendo claro para qué. Por otra parte, cuestionó los resultados del estudio de seroprevalencia nacional sobre el porcentaje de pacientes contagiados que han perdido la inmunidad.

Profesionalización del farmacéutico

Julio Zarco, presidente de la Fundación Humans, reivindicó los valores profesionales que tienen que ver con la humanización durante una pandemia que –subrayó- ha transformado a los profesionales sanitarios, los pacientes y también los espacios de salud, como hospitales, centros de salud y farmacias. En este sentido, el también director de la Clínica de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid considera que “los farmacéuticos han sido los héroes silenciosos de la pandemia”. En su opinión, los profesionales sanitarios “se han reencontrado con la esencia de la profesión, que es el trato al necesitado de nuestros cuidados”.

Por su parte, la decana de la Facultad de Farmacia de la UCM, Irene Iglesias, desgranó las actuaciones llevadas a cabo por la Universidad para adaptarse a la enseñanza a distancia y asegurar la  continuidad de la formación de los alumnos. Agradeció la labor del COFM para recuperar en junio las prácticas tuteladas para seguir prestando formación presencial a los alumnos en las oficinas de farmacia. Asimismo, mostró su incertidumbre sobre el próximo curso que estará condicionado por la situación sanitaria. La Universidad trabaja ya en tres escenarios, dependiendo de si la enseñanza podrá ser presencial, telemática o bimodal, con prácticas en laboratorios presenciales y clases magistrales online, haciendo un esfuerzo por que la enseñanza de los alumnos de primer curso sea presencial respetando las medidas de seguridad. En cualquier caso, “la Universidad está preparada para pasar a una docencia no presencial de un día para otro”, aseguró Irene Iglesias.

Por último, la vocal de Salud Pública del COFM y jefa del Área de Nutrición y Estilos de Vida de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Susana Belmonte, detalló el trabajo desarrollado desde su departamento para elaborar protocolos e informar a profesionales y pacientes sobre el virus, a medida que se tenía más conocimiento sobre el agente infeccioso, así como la labor llevada a cabo para notificar casos, registrarlos y proceder cuando los pacientes estaban aislados en sus domicilios. Recalcó el papel jugado por la farmacia como un “espacio idóneo para difundir información a la población, en un momento en que se mantenían abiertas a la población”.