sábado. 21.09.2024

La Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP) advierte del riesgo de confundir el resfriado, muy común en esta época, y la rinitis alérgica, ya que pueden recibir tratamientos inadecuados y no recibir atención inmediata en caso de crisis alérgica. Su presidente, el doctor Marçel Íbero, subraya que los resfriados son frecuentes en niños menores de 5 años, la mayoría sin tratar. Por eso, aconseja acudir a un especialista en el caso de que el niño presente síntomas como estornudos, mucosidad transparente, picor de nariz intenso o taponamiento nasal de forma repetida y prolongada en el tiempo.

Un catarro común no suele durar más de 15 días y pueden producirse entre dos y cuatro al año. Si en cuatro semanas no desaparecen los síntomas hablamos de rinitis alérgica, que puede manifestarse durante una sola estación o durante todo el año, según el doctor Jesús Garde, jefe del Servicio de Alergia Pediátrica del Hospital General de Elche y miembro del grupo de trabajo de Alergia Respiratoria de SEICAP. La concentración de pólenes procedentes de plantas como el aliso, el ciprés, el pino o la ortiga es alta en el mes de febrero, sobre todo en el centro peninsular, según esta sociedad científica. "En esta época aumentan los casos de resfriados y es muy común confundirlos con la rinitis alérgica. La mejor manera de distinguirlo es el picor de nariz. En el resfriado es leve, pero en la rinitis alérgica es intenso y muy molesto. Además en ésta, los síntomas son más persistentes, lo que puede alterar mucho la calidad de vida del niño, afectándole a su rendimiento escolar o durante el sueño, incluso en su relación social", explica.

Los alergólogos pediátricos recomiendan la visita a la consulta del especialista para realizar un estudio de alergia que permita un correcto diagnóstico y así poder indicar el tratamiento más adecuado que mejore la calidad de vida del niño. En la actualidad un 9% de la población infantil menor de 5 años padece rinitis alérgica, un 25% entre los 13 y 15 años.  "La inmensa mayoría de ellos no están controlados por un especialista y ni siquiera por el pediatra", según el doctor Garde. Los expertos han observado un aumento de la prevalencia debido al tabaco y a las condiciones ambientales.

Desencadenantes

Los síntomas propios de la rinitis alérgica son corrientes en los niños menores de 5 años y suelen deberse a resfriados por virus, con lo que se hace más difícil distinguirlo. Los que son más mayores tienen menos catarros con lo que es más sospechoso que los síntomas sean debidos a alergia, explica el doctor Garde. "Los síntomas de la rinitis aparecen por el contacto del paciente con el alérgeno, que le provoca una inflamación de las capas internas de la nariz y por tanto una reacción excesiva a desencadenantes como los propios alérgenos, los catarros por virus, los olores fuertes, humos, polvo, cambios bruscos de temperatura, pequeños golpes, ejercicio, nerviosismo o llanto, entre otros", añade.

El alergólogo pediátrico confirmará la existencia de rinitis con un análisis de la mucosidad nasal y pruebas funcionales de la nariz. "Sabremos si es alérgica con pruebas de piel o análisis de sangre, incluso sólo con observar cuándo y cómo aparecen los síntomas, aunque a veces es necesario hacer una prueba de provocación", indica este especialista.

En caso de que  los síntomas se presenten de forma aguda será necesario un tratamiento de rescate a base de antihistamínicos o corticoides. "El tratamiento preventivo se administrará a diario para disminuir la inflamación crónica de la nariz y conseguir que no sea tan reactiva. También se valorará la posibilidad de administrar una vacuna que impida que la alergia evolucione hacia asma", concluye.