jueves. 19.12.2024

Seis superhéroes han llegado al Hospital 12 de Octubre de Madrid para ayudar a los niños con cáncer a creer que la enfermedad se puede superar. "Proyectos como este no solo son un divertimento, sino que también aumentan los índices de curación", incide José Luis Vivanco, jefe del Servicio de Oncohematología Pediátrica del Hospital 12 de Octubre, en Madrid.

Se trata del proyecto social 'Poción de Héroes', impulsado por la Fundación Atresmedia, ideado por IDS y en el que Grupo Saned ha participado, donde los pacientes reciben un maletín de 'poderes' que contiene un cómic, un póster del superhéroe que haya escogido el niño, una chapa de héroe, un pasaporte que será sellado en cada sesión de quimioterapia y unas pegatinas y caramelos. "Los niños viven de una forma diferente el concepto de enfermedad. De los dos a los tres años, sufren la separación de los padres. Es por ello que los padres ingresan con ellos. A partir de los tres años, consideran la enfermedad como una agresión externa. Por este motivo, el proyecto es de gran importancia, porque les ayuda a defenderse", explica Vivanco.

Los superhéroes buscan que los niños venzan a 'Villanus', lo que los mayores llaman cáncer, a través de la 'poción de héroes', la quimioterapia, señala Ana Mayoral, del área de Asistencia Hospitalaria de la Fundación Atresmedia.

Muchacho Invisible, Chica Fuego, Guapo Kinético, Señorita Muralla, Niño Elástico y Linda Rayo son los encargados de entregar a los pequeños el maletín, "para hacerles creer que esta enfermedad se puede superar. La interacción de los superhéroes con los niños va a hacerles cambiar la percepción de la enfermedad, que es creer en la cura", apunta Carmen Martínez de Pancorbo, directora gerente del Hospital 12 de Octubre, que ha añadido que desde 2014 que se inició la iniciativa, ya son 24 los centros hospitalarios donde los superhéroes han llegado.

"Con este proyecto se pone de manifiesto el impulso de la humanización que desde la Consejería se intenta impulsar. No solo hay que atender las necesidades físicas, sino también las emocionales y espirituales, tanto del niño como de todo su entorno", afirma Cristina González del Yerro, subdirectora general de Atención al Ciudadano y Humanización de la Asistencia Sanitaria de Madrid.

Eliminar el dramatismo

El diagnóstico de la enfermedad supone la fase más dura, que más desmotiva a los padres. "A través de esta iniciativa buscamos minimizar el momento de ese impacto. Es lo que nos motivó a entrar en el proyecto. Les cambia la cara, les enseña a hablar sobre su quimioterapia… Nos importaba quitar ese dramatismo que los adultos sentimos con un diagnóstico así", apunta Manuela Domínguez, coordinadora General de Asociación Infantil Oncológica de Madrid (ASION), que añade: "Es positivo todo lo que sean momentos de diversión y de información".