sábado. 21.09.2024

El cepillado con métodos mecánicos es la piedra angular de la higiene bucodental, pero por sí solo no es suficiente, ya que solo alcanza correctamente al 25% de la cavidad bucal (1). Esto obedece a una doble causa: hay áreas de difícil acceso con un cepillo de dientes y las rutinas de limpieza de buena parte de la población no son precisamente las mejores (2-3). La cuestión no es menor si se tiene en cuenta que los problemas bucodentales más comunes (caries, enfermedades periodontales, infecciones asociadas a la placa dental…) son la patología de mayor prevalencia en los seres humanos (4).

Para corregir esta situación se recomienda que el cepillado se refuerce con el uso complementario de hilo dental y de un colutorio oral, una alianza que ha demostrado ser mejor manera de conseguir una limpieza con garantías (5). De estos tres elementos, son los enjuagues bucales los que más presencia están ganando, como avala que hasta un 64% de la población los utiliza y cada vez de manera más frecuente: el 63% los usa a diario, cuando en 2010 este porcentaje era sólo del 23% (6).

Los colutorios son una herramienta preventiva y también terapéutica, un recurso de primer orden para combatir la caries, la infección de las encías, la formación de placa y la gingivitis. Aunque nunca se deben emplear como un sustituto del cepillado sino como un complemento, la evidencia científica subraya que son más sencillos de utilizar por los pacientes y que pueden desempeñar un papel clave en la prevención y el tratamiento de las enfermedades periodontales (2-6). La propia Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) lo tiene claro: “Los colutorios pueden ser una herramienta preventiva y/o terapéutica muy útil en determinados casos” (7).

Facilidad y efectividad

El creciente éxito de los colutorios obedece a que son más fáciles de usar que la seda dental y los cepillos interdentales y al hecho de que alcanzan al cien por cien de la boca, pero también a su efectividad. Desde la SEPA se subraya que “la evidencia científica avala la alta eficacia de algunos antisépticos en el control del biofilm oral y la reducción del sangrado”, es decir, que no sólo son efectivos en la lucha contra los problemas más habituales (caries y placa dental) sino que también atacan otros reservorios microbianos que pueden facilitar la repoblación bacteriana (7).

Entre las opciones actuales, los enjuagues bucales con aceites esenciales pueden ser una buena opción a largo plazo porque tienen mejores prestaciones que los que contienen clorhexidina (8). Varios estudios han constatado que estos colutorios pueden penetrar el biofilm de la placa in vivo para eliminar las bacterias y disminuyen la formación de placa y la gingivitis incluso en zonas de difícil acceso, teniendo excelentes características de seguridad y tolerabilidad (2).

El aval de Listerine

Entre los colutorios con aceites esenciales, que son agentes antisépticos capaces de inhibir el crecimiento y desarrollo de ciertos microorganismos, Listerine es el que lleva más tiempo en el mercado y el que ha sido sometido a más estudios de eficacia. Su formulación con cuatro aceites esenciales (eucaliptol, mentol, timol y salicilato de metilo) es altamente eficaz para combatir hasta el 99,9%* de las bacterias que provocan la placa dental, principal causa de enfermedad de dientes y encías.

Los estudios clínicos con Listerine se iniciaron en los años 80, constatando que el mecanismo de acción de sus aceites esenciales propicia la desorganización de la pared celular de las bacterias y la inhibición de los enzimas bacterianos. Estos análisis han constatado que Listerine disminuye los niveles de placa y la gingivitis, además de que dificulta la aparición de oportunistas potencial o presuntamente patógenos (5). Así, la implementación de una rutina completa de cuidado bucal a largo plazo, constituida por métodos mecánicos y uso de un enjuague bucal, como Listerine, proporciona siete veces más probabilidades de obtener áreas libres de placa y cinco veces más probabilidades de áreas sanas (5).

 

*Resultados in vitro. Gama ‘Cuidado Total’ y ‘Protección Dientes y Encías’.

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Referencias

1. Kerr, W.J.S., et al. The areas of various surfaces in the human mouth from nine years to adulthood. Journal of Dental Research. 1991. 70 (12), 1.528-1.530.

2. Enrile de Rojas, F.J. y Santos-Alemany, A. Colutorios para el control de placa y gingivitis basados en la evidencia científica. RCOE. 2005. Vol. 10; Núm. 4, jul./ago.

3. Naverac Aznar, M., et al. Uso de colutorios en la clínica periodontal. Periodoncia y osteointegración. 2007. Vol. 17; Núm. 1, ene./mar.

4. Bascones, A. y Morante, S. Antisépticos orales. Revisión de la literatura y perspectiva actual. Avances en Periodoncia e Implantología Oral. 2006. Vol.18; Núm.1, abr.

5. Araujo, M.W., et al. Meta-analysis of the effect of an essential oil-containing mouthrinse on gingivitis and plaque. The Journal of the American Dental Association. 2015; 146 (8), 610-622.

6. Organización Colegial de Dentistas de España. La salud bucodental en España 2015. Libro blanco. 2016.

7. Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA). Colutorios orales: un recurso útil y necesario para completar la higiene bucal óptima. Nota de prensa. Marzo 2020.

8. Revista divulgativa de la Fundación SEPA de Periodoncia e Implantes Dentales ‘Cuida tus encías’. Colutorios: preguntas con respuesta. 2017. Núm. 13, 2º semestre, 10-13.