El coronavirus detectado en China es un 80 por ciento similar al virus del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) que provocó un brote en 2003 que causó la muerte de 774 personas y afectó a 8.098, principalmente en China, según la información publicada por el Centro Nacional de Datos Genómicos de China (NGDC, en sus siglas en inglés).
Además, también tiene una similitud de 88 por ciento con las secuencias de genoma relacionadas recolectadas de un murciélago en febrero de 2017. Sin embargo, el director del NGDC, Bao Yiming, ha puntualizado que la similitud de las secuencias del genoma entre los virus no significa que su transmisión y patogenicidad sean similares. “Para entender el nuevo coronavirus, se necesita un análisis comparativo cuidadoso de fragmentos específicos relacionados con la transmisión y la patogenicidad dentro del genoma del virus”, ha puntualizado.
El NGDC ha publicado una base de datos sobre el nuevo coronavirus, que ha servido a los investigadores para analizar la variación del genoma de 2019-nCoV. Así, han obtenido información detallada sobre el grado de variación y la región entre las cepas del nuevo coronavirus, entre las cepas de 2019-nCoV y el SARS y entre las cepas de 2019-nCoV y las cepas de murciélagos coronavirus similares al SARS.
“El análisis de variación del genoma de las cepas del 2019-nCoV puede proporcionar una importante base de datos y apoyo a la toma de decisiones para rastrear la fuente del virus, seguir la ruta de variación de las cepas, prevenir y controlar la epidemia causada por el nuevo coronavirus y tratar la neumonía viral”, ha concluido Bao.