sábado. 21.09.2024

Para la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), las subastas de medicamentos que propone la AIReF no son eficientes, ya que no consiguen los ahorros que se suponen y perjudican doblemente al paciente, al provocar falta de suministro y dificultar el correcto cumplimiento de la toma de medicamentos, por los cambios de los envases que se producen con las subastas.

La federación, que pide ser interlocutor ante la Administración para estudiar medidas de contención del gasto pero garantizando la sostenibilidad del sistema, señala que la oficina de farmacia debe ser considerada dentro de la atención primaria para prestar otros servicios como campañas de salud pública (vacunaciones), seguimiento de la adherencia y poder tener acceso al historial médico del paciente.

Luis de Palacio, presidente de FEFE, ha recordado la respuesta unánime de todas las organizaciones del sector sobre el tema, y ha mostrado su acuerdo a las reacciones tanto del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos como de AESEG o Farmaindustria. Esta última considera que las medidas de ahorro a corto plazo que plantea el documento no tienen en cuenta la reducción que ha experimentado el gasto farmacéutico público en receta (en oficina de farmacia), que ha pasado de representar el 1,13  por ciento del PIB y una cuantía de 260 euros per cápita en 2010 al 0,87 por ciento del PIB y 228 euros per cápita en 2018. Un gasto per cápita notablemente inferior al de los países de nuestro entorno. Además, las propias previsiones de la AIReF para 2019-22 muestran un crecimiento del gasto farmacéutico muy reducido (1,4 por ciento medio anual) e inferior al crecimiento del PIB nominal (3,8 por ciento), por lo que esta partida no amenazaría en ningún caso a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. No se entiende, señala Farmaindustria, la necesidad de abordar un plan para ahorrar 1.500 millones de euros en 4 años, con medidas de gran calado que el informe además califica como “fáciles de implementar”.

Genéricos

De Palacio considera, igualmente, que “el Plan de Acción del Ministerio de Sanidad para fomentar la utilización de genéricos y biosimilares hace abstracción de una realidad: los medicamentos genéricos han progresado en estos últimos años gracias al apoyo recibido por los farmacéuticos y a las mejoras en el margen que han obtenido, tal como ocurre en los Estados de la Unión Europea donde experimentan un mayor progreso. La eliminación o la fuerte reducción de incentivos y las medidas coercitivas para su prescripción o dispensación no son el camino para fomentar el consumo de genéricos”.