sábado. 21.09.2024

En la actualidad, el problema de la resistencia a los antibióticos es comparable al del cambio climático. "Para 2050, la resistencia a los antibióticos será la principal causa de muerte. En 2013, ha habido 700.000 muertes atribuibles a ello, y en 2050, diez millones de muertes", ha incidido Rafael Guayta Escolies, director de proyectos e investigación del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña (CCFC), durante el Congreso Europeo de Farmacia (Infarma), que abrió ayer sus puertas en Ifema (Madrid) hasta el 15 de marzo.

En este sentido, Guayta Escolies ha incidido en que: "o se hace un uso racional de los antibióticos a la hora de prescribir y en el consumo, o no los vamos a poder usar en el futuro". Además, ha alertado que las personas que tienen infecciones van a tener peor curso clínico.

La resistencia a los antibióticos han pasado del 10-25 por ciento al 25-50 por ciento en 2013. "En 105 países se han identificado tuberculosis ultrarresistente, es decir, al menos a cuatro de los principales fármacos antituberculosis".

El especialista ha destacado que es necesaria una mejor concienciación y comprensión de los antibióticos, reforzar el conocimiento a través de vigilancia e investigación, reducir la incidencia de infecciones con medidas de saneamiento, higiene y prevención, utilizar los medicamentos de forma óptima.

Por su parte, Guillermo Bagaría de Casanova, vicetesorero y responsable de proyectos profesionales de la Junta del Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), ha expuesto que, debido a la presión asistencial que el farmacéutico tiene, "nos piden un antibiótico y estamos entre la espada y la pared. La empatía y la comprensión hace que se lo vuelvas a dar ante un argumento razonado", explica.

Para él, los ámbitos de mejoras son transmitir el mismo mensaje en todos los ámbitos (médicos, Enfermería…). "Para ello, necesitamos protocolos de intervención y el desarrollo de la receta electrónica privada".

Por último, Bagaría de Casanova ha apostillado que el valor añadido de los farmacéuticos está en la información personalizada del medicamentos. Además, "hay que seguir apostando por los ámbitos de investigación y trabajar en red, que nos permite ser más activos y resolutivos".