La hiperglucemia es el término que se utiliza para referirse a los altos niveles de azúcar en la sangre. El alto nivel de glucemia aparece cuando el organismo no cuenta con la suficiente cantidad de insulina o cuando la cantidad de insulina es muy escasa. La hiperglucemia también se presenta cuando el organismo no puede utilizar la insulina adecuadamente. La glucosa ingerida a través de los alimentos entra en la circulación sanguínea, donde las células la utilizan como fuente de energía. La absorción celular de la glucosa requiere de la insulina, que es producida por el páncreas. En las personas diabéticas el nivel de insulina producido no es adecuado o la insulina producida no puede actuar correctamente, lo que se conoce como resistencia a la insulina. El exceso de glucosa en la sangre entra en la orina, toma el agua, los minerales y la sal, lo que provoca síntomas como la sed, ganas frecuentes de orinar y posibilidad de que el paciente pueda desarrollar una eventual deshidratación. A estos síntomas se puede añadir visión borrosa, tener la piel seca, sentirse débil o cansado. Hay que tener en cuenta que se instauran normalmente de forma gradual.
El buen control de la diabetes es necesario para evitar hiperglucemias. Así, se debe cumplir con el tratamiento médico, comiendo adecuadamente y practicando ejercicio. De esta forma, los niveles de azúcar en sangre deberían mantenerse estables. El hecho de tener una concentración alta de azúcar en sangre de forma aislada generalmente no es motivo de alarma. No obstante, cuando esa hiperglucemia es frecuente hay que consultarla, cuando se superan los 250mg/dl. Es entonces cuando la glucosa sigue acumulándose en sangre sin llegar a las células y comienzan a producirse cetonas. Estos cuerpos cetónicos acidifican la sangre hasta límites peligrosos. Para confirmar que se está en situación de cetosis hay que comprobar que se está sufriendo una hiperglucemia y que la medición de cuerpos cetónicos es positiva tanto en orina como en sangre.
Control de la hiperglucemia
Ante la confirmación de estos positivos, en principio, es preciso inyectarse más insulina de la que se refiere habitualmente, tomar 1-2 raciones de hidratos de carbono en forma líquida o semilíquida cada 1-2 horas (fruta, zumo, compota...), beber 2 litros de agua o líquido, comprobar antes de poner insulina los niveles de glucosa y cuerpos cetónicos en sangre y duplicar la cantidad de leche o zumo cada 1-2 horas si la glucosa en sangre es normal, pero hay presencia de cuerpos cetónicos.
Las hiperglucemias también se pueden controlar con agentes orales, para una mayor calidad de vida del paciente, y siempre que se pueda con metformina por su seguridad.
El autocontrol ocupa el primer escalón en la prevención de la hiperglucemia. A esto hay que añadir el fomento de hábitos saludables, dieta y ejercicio diario, y realizar los autocontroles de glucemia. De este modo, se podrán detectar tendencias a las subidas de glucemia y el paciente será capaz de corregir esa subida.
El equilibrio entre medicación, ejercicio físico y alimentación es la clave para controlar la diabetes. Mantener la glucosa en sangre bajo control puede prevenir algunos de los graves problemas, como son las complicaciones en la vista, sistema nervioso, renal y serios problemas en los pies.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina General José María Manuel García-Osuna Rodríguez, del Centro de Salud Sabugo; María Montserrat Rueda Cuadrado, del Centro de Salud la Carriona, ambos en Avilés; Cesar Vidal González, del Centro de Salud Piedras Blancas, José Luis Fernández Menéndez, del Centro de Salud Luarca; Rubén Darío Villa Estébanez, del Centro de Salud de Grao; Ana María Fernández-Tablón Martínez, del Centro de Salud de la Corredoría, Oviedo; Carlos Fariña Sabater, del Centro de Salud Becerreá; Mª Fe Villar Rodríguez, del Centro de Salud Fingoy; Ricardo de la Villa de Diego, del Centro de Salud O Valadouro; Julio José Varela Otero, del Centro de Salud A Barrela; todos en Lugo; José Villanueva Montenegro, Manuel Pichel Pereira, Jorge E. Llanos Cascaret; César A. Romero García, del Centro de Salud Virgen Peregrina, de Pontevedra; Ciriaco Varela Rotger, del Centro de Salud Xanceda; Eduardo Fraga Cabado, del Centro de Salud Visantoña; José Antonio López Villasante, del Centro de Salud Pontecarreira; Carlos Barreiro Mourentan, del Centro de Salud Ordes; José Luis López Docasar, del Centro de Salud Padrón; Jesús Illade Cerdeiras, del Centro de Salud A Baña; Carlos González Vicente, del Centro de Salud Agolada y Jesús Verea Seoane, del Centro de Salud O Pino.