miércoles. 08.05.2024

Llevar una alimentación saludable, realizar ejercicio de forma regular, controlar el peso y evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas son algunas de las claves para evitar que el corazón pierda fuerza, según ha asegurado la Fundación Española del Corazón (FEC), con motivo del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se conmemoró este domingo 14 de marzo.

Así, la organización ha recordado la importancia de prevenir la aparición de insuficiencia cardiaca, enfermedad que a día de hoy constituye un auténtico problema de salud pública a nivel mundial. Y es que, el número de casos de esta patología se ha duplicado en todo el mundo pasando de 33,5 millones en 1990 a 64,3 millones en 2017, según un reciente estudio publicado en el 'European Journal Preventive of Cardiology'.

La insuficiencia cardiaca, que en España afecta al 2,7 por ciento de la población mayor de 45 años y al 8,8 por ciento de los mayores de 74, se produce cuando el corazón no es capaz de bombear la cantidad suficiente de sangre rica en oxígeno que necesita el organismo para funcionar correctamente y sus causas son diversas.

"Por un lado, podemos tener un fallo del propio músculo cardiaco que pierde fuerza y acaba dilatándose. En muchas ocasiones la causa de esa dilatación no está clara, pero en otras se debe a la presencia de enfermedad coronaria, arritmias o al efecto tóxico del alcohol u otras sustancias", ha explicado la secretaria general de la FEC, Marta Farrero.

Es decir, muchas enfermedades del corazón acaban terminando en insuficiencia cardiaca. "Por otro lado, también podemos encontrarnos una situación de insuficiencia cardiaca en la que el corazón conserve su fuerza normal. Aquí el problema viene de una sobrecarga del corazón, que no es capaz de responder adecuadamente y entra en fallo cardiaco", ha añadido la especialista en Cardiología.

Hipertensión arterial, asociada a la insuficiencia cardiaca

La hipertensión arterial se asocia con frecuencia a este tipo de insuficiencia cardiaca. En todo caso, prevenir su aparición es posible con un control adecuado de los factores de riesgo cardiovascular. De hecho, el presidente de la FEC, Carlos Macaya, ha insistido en que una de las principales medidas de prevención de esta enfermedad pasa por una adecuada información y formación de la población sobre los factores de riesgo cardiovascular.

En concreto, los expertos recomiendan evitar tomar sal, porque provoca retención de líquidos que pueden provocar un fallo cardiaco, y aumentar el consumo de fruta, verdura, legumbres y pescado, dado que
evitan que aumenten los niveles de colesterol en sangre.

Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos (18-64 años) dedicar, como mínimo, 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien 75 minutos semanales de actividad física aeróbica vigorosa cada semana. También puede realizarse una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.