sábado. 21.09.2024

En la actualidad existen diferentes factores que han hecho que el aumento del gasto sanitario sea mayor. Se está produciendo una sensibilización por parte del médico de Atención Primaria, ha mejorado en el diagnóstico precoz de la DM2, existe un mayor control por parte del personal sanitario, la formación de los profesionales, las guías y las recomendaciones por parte de las sociedades también están contribuyendo a detectar la diabetes más precozmente. Si a esto se le añade la utilización de nuevos fármacos, el gasto medio se ha duplicado.

En el área de endocrinología se ha disparado en los últimos años debido a que la prevalencia de la obesidad, de las dislipemias o de la diabetes mellitus ha crecido de una manera llamativa. En España hay un 14 por ciento de diabéticos y la obesidad se está convirtiendo en un problema de salud que afecta a más de 5 millones de personas. Por eso, hay que seguir educando a la población en los cambios de estilo de vida, realizar una vida más saludable, dejar el tabaquismo, el sedentarismo y el alcohol. Mentalizar que no sólo la medicación es la solución a este tipo de problemas, que una prevención tanto con ejercicio moderado, hábitos higiénico dietéticos, una correcta alimentación es la mejor manera de controlar estas patologías.

Nuevos fármacos

La saturación de la Atención Primaria redunda en un aumento de los gastos, ya que, al no poder realizar el trabajo preventivo, hay una mayor derivación hacia el especialista. Otro motivo de este aumento está relacionado con la aparición de nuevos fármacos para el tratamiento de la diabetes. Estos tienen un beneficio para el paciente en el control de su glucemia, ofrecen además una reducción de inconvenientes, como es un menor riesgo de hipoglucemias, no aumentan el peso y reducen las complicaciones asociadas a su patología. Hay que tener en cuenta que tanto los iDPP-4, los glucosúricos o los GLP-1 tienen un precio más elevado que la metformina o sulfonilurea, pero tienen más ventajas.

El coste de la obesidad ha aumentado debido a los hábitos diarios y a la mala alimentación. En los últimos años se ha observado un incremento en el número de pacientes con diabetes mayoritariamente tipo 2 ya sea debido a los antecedentes familiares, al sedentarismo, a la obesidad o los malos hábitos alimenticios. Los casos diagnosticados de DM2 han aumentado considerablemente y cada vez más casos en población joven, principalmente por el incremento de factores de riesgo. Debe actuarse en frenar el aumento de la incidencia de la diabetes con una buena promoción de las políticas de prevención, incidiendo en la educación por parte del personal sanitario con el fin de que la población se conciencie que debe llevar un estilo de vida más saludable.

Prevención

Las tasas de obesidad se han más que duplicado entre los niños y se han cuadruplicado en los adolescentes durante los pasados 40 años. Los estilos de vida influenciados por la era digital, incluyendo la prevalencia de los videojuegos, los dispositivos electrónicos y los medios sociales, han repercutido en los hábitos más sedentarios y en infancias menos activas en comparación con las generaciones anteriores.

El profesional sanitario siempre busca el máximo beneficio para el paciente. Si esto conlleva a que utilice fármacos más novedosos y de eficacia demostrada, lo hará. Los nuevos fármacos antidiabéticos son más caros, pero indiscutiblemente son más eficaces y con muchos menos efectos secundarios.

Nuevos antidiabéticos

Existe un claro aumento del gasto farmacéutico con el uso de los nuevos fármacos antidiabéticos, pero hay que destacar que los nuevos fármacos para DM2 permiten que el paciente tenga un tratamiento más individualizado, lo que posibilita conseguir un mejor control de la enfermedad, una mayor adherencia al tratamiento, evitar o minimizar las complicaciones asociadas a la patología, tanto micro como macro vasculares. Estos fármacos fundamentalmente son de los grupos de iDPP4, los GLP1 o glucosúricos, tienen un coste más elevado que la metformina o las sulfonilureas, pero cuentan con más ventajas. Es reconocido por parte de los endocrinólogos que desde la aparición de los nuevos fármacos un número importante de diabéticos está controlado desde la consulta de Atención Primaria y existen menos derivaciones a este servicio. Por lo tanto aunque el tratamiento base sea más caro se ahorran costes derivados de un mal control.

Sin duda, el hecho de que el paciente esté más controlado implica que se ahorren costes en ingresos o crisis agudas. Los ingresos tanto por cetoacidosis diabética como por las complicaciones micro y macrovasculares de la propia diabetes son menores. En un paciente bien controlado y al que se ha detectado la diabetes de forma precoz, la posibilidad de que tenga un ictus, un infarto agudo de miocardio, una insuficiencia renal avanzada, una ceguera o la amputación de una extremidad es significativamente menor a la de un paciente mal controlado.

Prevalencia de la enfermedad

La prevalencia de diabetes en España es del 13,8%, de forma paralela a este aumento de la prevalencia en los últimos años se ha asistido a una eclosión de fármacos para el tratamiento de la diabetes, fundamentalmente dirigidos a la diabetes tipo 2, el tipo más prevalente.

En el momento actual, se está investigando por y para la diabetes desde diferentes aspectos. En un horizonte temporal de 10 años serán numerosos los cambios que se incorporarán en la diabetes. Algunas de estas novedades serán completamente diferentes a lo que se dispone ahora mismo y otras serán una versión mejorada de lo que ya se tiene.

Los cambios demográficos que se están produciendo en España conllevan retos para el Sistema de Salud dominados por el envejecimiento de la población, además del incremento de la demanda de atención sanitaria y de los gastos relacionados con el cuidado de la población envejecida. Por otra parte, las innovaciones en medicina y las nuevas tecnologías tienden a aumentar los costes, lo que, como advierte, plantea riesgos al alza adicionales a los gastos en salud.

Prescripción

En esta situación, el médico  de Atención Primaria sufre una gran presión por parte de la administración a la hora de prescribir un fármaco u otro, principalmente los nuevos fármacos. Elaboran consensos sobre el tratamiento para la DM2 y éstos se basan principalmente en el ahorro, mostrando tablas de coste tratamiento día de cada uno de los grupos de antidiabéticos. Sus recomendaciones son que al paciente diabético hay que tratarlo con metformina o con sulfonilureas. A pesar de la presión y las recomendaciones por parte de la administración, los médicos de Atención Primaria tienen como principal objetivo el control del paciente del mejor modo posible y prescriben la opción terapéutica que más puede beneficiarlo, el tratamiento que consideran más adecuado independientemente del gasto que suponga. Esto a largo plazo conlleva a un ahorro ya que se evitan complicaciones y a una reducción de ingresos sobre todo por hipoglucemias.

El primer objetivo para reducir el incremento del gasto sanitario relacionado con los pacientes diabéticos es la prevención de la enfermedad desde las edades más tempranas y su continuación a lo largo de toda la vida. Dicha prevención se basa en la educación sanitaria en relación con la abstinencia del consumo de productos tóxicos como el tabaco y el alcohol, la adquisición de la dieta mediterránea como la norma en todos los hogares, así como evitar los productos precocinados, fritos y alimentos ricos en grasas y azúcares refinados. Además, es necesario intensificar la práctica de ejercicio moderado en toda la población, desde la edad infantil.

Control en la farmacia

El papel de las oficinas de farmacia en el control del gasto en pacientes diabéticos viene dado por la detección precoz de diabetes y obesidad a través de signos y síntomas de sospecha, las campañas activas de búsqueda y detección a través de test y sencillos cuestionarios (en ocasiones ayudados por el propio auxiliar o el farmacéutico) y que dan pistas o puntuaciones sobre el riesgo de padecer diabetes, obesidad o ambos y que en tantas ocasiones van de la mano. Las campañas de formación, educación y apoyo continuo, respaldado por enfermería y el propio médico, en ocasiones involucrando también a la familia quizá sea más accesible en las farmacias.

El farmacéutico también tiene un papel clave en la adherencia terapéutica, a través de las recetas, que pueden hacer pensar en un mal cumplimiento por desconocimiento, miedo, dificultades para comprensión o rechazo a una enfermedad crónica. El paciente también le consulta sobre efectos adversos, por lo que puede reforzar información facilitada por el médico o enfermera.

También tiene facilidad para mantener conversaciones abiertas con el paciente, intentando ser un apoyo, facilitando la autogestión de la enfermedad tras haberla asumido, conociendo en la mayoría de las ocasiones la situación social y económica del sujeto que le lleva a saber sus limitaciones y poder abordarlas de manera más práctica y cercana.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas Silvia Ruiz Cotoli, Teresa Martin Cantó, Pilar Pina, Juan Miguel Fernández Pérez Zabalgoitia y José Luis Expósito Cañamero, de Madrid; los médicos generales Francisco José Motilva Peralta y Luis Fernando Cabañas Enríquez, y los médicos de Familia Juan Luis Martin Clavo y Manuel Fernández Mena, de Talavera de la Reina, y Esther Lumbreras Montero, Gema Fernández Tabernero y Mercedes Hernández García.