viernes. 03.05.2024

Existen varios factores que pueden favorecer el desarrollo de los STUI en mujeres. Isabel López Quiroga, del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, detalla alguno de ellos, como es la obesidad, de la que existen evidencias de que la pérdida de peso mejora la incontinencia urinaria; el exceso de líquidos, donde las recomendaciones de ingesta diaria están en torno a 1,5- 2 litros de agua al día, pero en este tipo de pacientes no es conveniente sobrepasarlo, además de intentar tomar menos líquidos en las últimas horas del día; el consumo de bebidas alcohólicas y estimulantes, como el café, o el tabaco, el estreñimiento, la baja actividad física, la herencia genética, los embarazos y partos,  la menopausia, debido a los cambios hormonales y bajos niveles de estrógenos, e histerectomía.

Según la especialista, algunos de los factores sí que se puede intervenir en ellos si se modifica el estilo de vida, y “podríamos llegar a prevenirlos o reducirlos en cierta manera”. En este caso, “la figura del farmacéutico es muy importante, a través de la oficina de farmacia se puede indicar que, cuidando la alimentación, incrementando el consumo de frutas y verduras, y aumentando la actividad física se consigue una reducción de peso y mejora del tránsito intestinal. Todo ello conlleva una mejora en la sintomatología. Por otra parte, si disminuimos el consumo de bebidas estimulantes y tabaco se contribuye a una mejor calidad de vida y a una mejora de los STUI”, indica Isabel López.

Detección del problema

En este contexto, hay que tener en cuenta que a muchas mujeres le cuesta reconocer la existencia del problema, bien por vergüenza o porque lo asocian a la edad; por eso, “desde la oficina de farmacia debemos de estar atentos a según qué tipo de consultas nos demanden, poder pensar que ese paciente esté sufriendo STUI y desde el respeto y la cercanía poder orientarle en qué pasos debe de seguir, aconsejándole un cambio de estilo de vida y derivándole a la consulta de Atención Primaria”.

Las primeras medidas deberían tomar las pacientes con STUI son las higiénico-dietéticas, además de los cambios en el estilo de alimentación, con una dieta rica en fibra; hacer ejercicio, cada una dentro de sus posibilidades; evitar el sobrepeso; reducir el consumo de bebidas diuréticas y excitantes, así como reducir la ingesta de líquidos por la tarde. Se debe recomendar orinar con cierta periodicidad y el uso de ropa cómoda.

En opinión de la farmacéutica, estos factores de riesgo no son muy conocidos por la mayoría de las mujeres, solo cuando ya tienen el problema y acuden a los profesionales sanitarios es cuando empiezan a tomar conciencia de ello.

Campañas

Por eso, para que se conociesen mejor, habría que hacer más campañas, talleres, charlas que dieran visibilidad al problema y dejara de ser un tema tabú. En ellas, no solo se debería explicar la patología, sino también tranquilizar diciéndoles que existen tratamientos que mejoran la sintomatología y, por lo tanto, su calidad de vida. Deben ser dirigidos a todas las edades, para intentar concienciar desde la juventud para que deje de tratarse como algo relacionado con el envejecimiento y que las mujeres hablen de ello con total libertad sin sentir vergüenza.

Si se conocieran los factores de riesgo, se podría mejorar la detección precoz de los STUI, ya que algunos factores de riesgo dependen del estilo de vida, aunque otros son intrínsecos, “pero siempre la información sobre un tema nos ayuda a estar preparados y valorar cuándo necesitamos ayuda de un profesional sanitario, sin llegar a situaciones que nos impidan seguir con nuestra vida cotidiana”, concluye Isabel López.