viernes. 03.05.2024

Las causas por las que los hombres con STUI no siguen las pautas marcadas por su médico son múltiples. Según enumera Luis Brizuela, vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) de Galicia, pueden ser sociales, familiares, sanitarias e incluso personales de cada paciente. Una de las más frecuentes tiene un componente social; y es el miedo/ temor a tomar medicamentos en el lugar de trabajo, entre amigos y familia, ya que se tiene tendencia a ocultar la enfermedad por vergüenza.  

A esto hay que añadir que la toma de medicamentos, en muchos casos, no se manifiesta en una mejoría clínica que lleva al paciente a la percepción de que el/los medicamentos no son efectivos. Otra causa será la dificultad de comprensión de la enfermedad y del tratamiento en personas mayores. El miedo a tener menor calidad de vida por tomar medicamentos por desconfianza o por miedo a los efectos secundarios también hace que no se consulte, a lo que hay que añadir una falta de confianza y de comunicación con los profesionales sanitarios.

Dadas las características de los STUI y las connotaciones sociales que tienen, es muy frecuente que busquen solución por ellos mismos en diferentes ámbitos, como puede ser internet, medicinas alternativas, fisioterapia, uso de terapias naturales, iniciativa propia o pedir consejo o ayuda en el círculo familiar o de amigos. “El grave problema es que en estas fuentes alternativas el rigor científico en la mayoría de los casos no está contrastado”, apunta el especialista.

Tratamientos no curativos

En general, para cualquier tipo de enfermedad, cuanta mayor sea la información que tenga el paciente y cuanto mejor conozca sus patologías y medicamentos, va a llevar a un mejor cumplimiento terapéutico. “En el caso de STUI todavía más, ya que en muchos casos estamos hablando de tratamientos no curativos”.

El papel del farmacéutico va a ser muy importante, ya que además de la información general que aporte al paciente tiene que dar información más específica sobre el problema de salud y su tratamiento, comentando las consecuencias que tendría no cumplirlo. Es importante disminuir las preocupaciones del paciente que explican la probabilidad de sufrir efectos secundarios y dar pautas de cómo tratarlos. El farmacéutico debe de ofrecer información verbal y escrita sobre el problema de salud y los medicamentos adaptándonos al nivel cultural de cada paciente. Puede motivar al paciente sobre la necesidad de tomar los medicamentos a la hora correcta y reconducir creencias en torno a la aceptación social del uso de medicación para estas patologías.

Coordinación

En opinión de Brizuela, la farmacia, por su accesibilidad, y el farmacéutico, por confianza, pueden desarrollar un papel fundamental en la mejora de la adherencia terapéutica en todos los pacientes, pero en los STUI en particular por la peculiaridad de estas enfermedades y de los pacientes que las padecen. El farmacéutico informa al paciente sobre la necesidad de la toma correcta de la medicación, reforzando el cumplimiento en estos enfermos.

En este contexto, más que aconsejable, sería indispensable la formación de equipos conjuntos formados por profesionales sanitarios de distintos ámbitos asistenciales, médicos, farmacéuticos, enfermería, fisioterapia, psicólogos, etc. “La integración de estos los equipos redundaría en una mejora importante en las condiciones de los pacientes que tienen estas enfermedades, en el cumplimiento terapéutico, en la adherencia y en el manejo y aceptación de la enfermedad”.