viernes. 03.05.2024

Los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) afectan a casi el 20% de la población masculina de más de 50 años y a cerca del 45% de la mayor de 70. De estos, un porcentaje pequeño, que llega al 20%, solicitan atención médica, y se someten a tratamiento poco más del 10%, según detalla Óscar Doñate, farmacéutico y miembro de la Asociación de Farmacias de Barcelona, teniendo en cuenta datos de SEMERGEN de 2019.

Los STUI se dividen básicamente en tres grupos: los de llenado, que cursan con urgencia, nocturia, frecuencia miccional aumentada e incontinencia urinaria de urgencia. En estos casos, las molestias o la incomodidad vienen dadas por la imposibilidad del paciente de hacer frente al impulso miccional cuando este se produce.

En el segundo grupo se sitúan los síntomas de vaciado, que se traducen en chorro miccional débil, micción dispersa o en regadera, chorro miccional discontinuo, retraso entre el impulso miccional y la micción efectiva, alto esfuerzo miccional y la micción en goteo y/o el goteo postmiccional. En estos casos, las molestias vienen dadas por la imposibilidad del paciente de emitir un chorro miccional normal, esto es, un chorro miccional continuo, con su flujo habitual, que varía de un paciente a otro, y que se obtiene en el momento deseado y sin esfuerzo excepcional.

Ya en el tercer grupo se encuentran los síntomas postmiccionales, donde la sensación de vaciado incompleto es el síntoma característico. En este caso, el paciente “siente” que no ha podido eliminar toda la orina. “Los más frecuentes son los relacionados con el llenado y vaciado, siendo menos frecuentes los postmiccionales”, detalla Doñate.

En opinión del farmacéutico, cada perfil de paciente debe abordarse desde un punto de vista distinto y lo ideal es que sea de forma multidisciplinar, ya que en algunos casos existen patologías concomitantes que son las causantes o coadyuvantes de la patología que causa el STUI.

En función de la etiología del STUI, el tratamiento debe ser distinto, desde la higiene de hábitos hasta la cirugía invasiva, pasando por la fisioterapia y el tratamiento farmacológico.

En su opinión, como en la gran mayoría de las patologías, la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento temprano favorecen la remisión o estancamiento de los STUI.