sábado. 21.09.2024

Los principales síntomas de las mujeres con STUI que no siguen el tratamiento prescrito por el médico son la pérdida involuntaria de orina y la vejiga hiperactiva, según Inmaculada Castillo Lozano, farmacéutica del Área Técnico-Profesional del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.

En su opinión, las principales causas se deben al debilitamiento del suelo pélvico provocado por el embarazo, donde pesa el útero; el parto, al pasar el bebé a través de la vagina y el posparto, si se practican precozmente abdominales, realizar saltos, practicar deportes o llevar pesos. 

También hay que tener en cuenta si la mujer practica deportes que incluyen saltos o impactos.

Otros aspectos a considerar es que en la menopausia los niveles bajos de estrógenos provocan pérdidas de flexibilidad, atrofia e hipotonía del suelo pélvico y que dos de cada diez mujeres tienen debilidad innata en los músculos del suelo pélvico.

Además, añade la experta, hay que registrar como posibles causas hábitos cotidianos, como retener orina, vestir prendas muy ajustadas, levantar peso…, y otros factores, como obesidad, estreñimiento crónico, tos crónica, estrés, ciertos medicamentos, algunos tipos de cirugía, radioterapia en zona pélvica, etc.

La farmacéutica recuerda que los STUI son una patología que muchas veces supone un problema difícil de diagnosticar, porque la paciente tiende a ocultarlo o lo asume como un problema propio de la edad, y es cuando empieza a afectar seriamente a la calidad de vida cuando se pide ayuda, bien en la farmacia o bien en el médico de Atención Primaria. “En estos casos, puede llegar a aparecer incontinencia urinaria de esfuerzo, prolapso de órganos pélvicos (útero, vagina, intestino) y disfunciones sexuales”.

Todo esto influye en sus actividades diarias y se puede traducir en pérdidas de orina al reír, toser o estornudar; necesidad frecuente, urgente o dificultad para orinar; vaciado incompleto de la vejiga; infecciones frecuentes del tracto urinario; incomodidad vaginal con sensación de un bulto, pesadez, tirantez, hinchazón o incluso dolor; incontinencia fecal y disfunción sexual.

Durante la noche también afecta a la calidad de vida, ya que los despertares frecuentes pueden propiciar el aumento de riesgo de accidentes o traumatismos, sobre todo en mujeres mayores.

Recomendaciones

Tal y como detalla Inmaculada Castillo, desde la farmacia se puede ayudar a seguir a estas pacientes con la medicación, revisando sus pautas, efectos adversos, además de ofrecer consejos para evitar estas molestias. El farmacéutico puede recomendar mantener un peso adecuado, seguir una dieta que incluya fruta, verdura y fibra, limitar los alimentos ricos en grasa, azúcar o sal, beber suficiente agua, regularizar el ritmo intestinal, evitar ejercicios de alto impacto o que aumenten la presión intraabdominal (abdominales clásicos, saltos, carrera, aerobic o tenis), hacer ejercicio moderado diariamente (caminar, natación, ciclismo), aprender a levantar pesos de manera segura y, por último, realizar ejercicios del suelo pélvico, ya que es muy importante tener una técnica correcta, por lo que estos ejercicios deben ser pautados por un profesional cualificado.