viernes. 26.04.2024

La Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR) es la patronal que agrupa a todas las empresas de distribución farmacéutica que operan en España. Está formada por nueve asociaciones que representan 19 empresas distribuidoras, que cuentan con el 97% de la cuota de mercado. En esta entrevista, su presidente, Eladio González, explica cómo se ha vivido desde la distribución la pandemia y las lecciones aprendidas, recordando que los mayoristas farmacéuticos siempre están dispuestos a colaborar en beneficio de los ciudadanos.

¿En qué estado se encuentra la distribución en España?

Las empresas de distribución farmacéutica en España son piezas fundamentales dentro del engranaje del Sistema Nacional de Salud, siendo socios de las oficinas de farmacia y partners estratégicos para los laboratorios farmacéuticos. Es un sector que ha evolucionado y se ha desarrollado tecnológicamente mucho en los últimos años, adaptándose a las necesidades de la ciudadanía y manteniendo una capacidad logística que coste-efectividad que es puntera dentro de la Unión Europea. A pesar de las dificultades derivadas de las diferentes crisis que ha atravesado el país, la distribución farmacéutica ha sido capaz de sobreponerse y, en estos momentos, podemos decir que goza de una salud razonablemente buena, algo que ha sido muy importante durante la crisis sanitaria que hemos vivido, en la que se ha podido comprobar la solidez de las estructuras de estas empresas. Esperemos que seamos capaces de mantener esta dinámica en el futuro, que dependerá en gran medida de poder tener una estabilidad legislativa que permita a las empresas del sector planificar y avanzar en la toma de decisiones. 

La distribución en nuestro país se basa en un modelo solidario que garantiza el abastecimiento de medicamentos. ¿Cuáles son los ejes de este modelo?

El modelo de negocio solidario de la distribución farmacéutica que opera en España es el que permite que todos los medicamentos lleguen a todas las farmacias del país, sin importar su código postal, para que sean puestos a disposición de todos los ciudadanos en condiciones de equidad, seguridad y calidad. El eje fundamental para que este modelo pueda ser viable gira en torno a detraer recursos de las operaciones rentables para sufragar las no rentables. Es decir, que aquellas operaciones de suministro que realizan los mayoristas farmacéuticos en grandes ciudades, con fármacos más caros o con los que tienen mucha rotación de suministro, sufragan otras operaciones de distribución a farmacias de difícil acceso o las que se llevan a cabo con fármacos muy baratos y de poca rotación. Se trata de un modelo farmacéutico que no se rige por criterios económicos ni geográficos, que se desarrolla a través de 3.000 rutas de suministro, recorriendo 575.000 kilómetros diarios (14 vueltas a la Tierra), y que cuenta con una frecuencia media de tres repartos diarios a farmacias, con un tiempo de respuesta medio desde la realización del pedido de tres horas. Un ejemplo de modelo logístico que es considerado como el mejor coste-efectivo de la Unión Europea.

¿Cómo se han vivido desde la distribución los meses más duros de pandemia?

La pandemia ha provocado que toda la sociedad haya vivido momentos graves e intensos, y la distribución farmacéutica de gama completa no es una excepción. Han sido meses realmente duros, tanto a nivel personal como profesional, que los mayoristas farmacéuticos han afrontado dando lo mejor de sí para cumplir con el objetivo de garantizar el suministro de medicamentos y productos sanitarios a toda la ciudadanía. Es un objetivo que, con gran esfuerzo, debido a las grandes dificultades generadas por el nuevo escenario creado por la COVID-19, han cumplido de manera eficaz. Esto no es algo que diga el presidente de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR), sino que, tal y como se reflejó en una encuesta realizada a mediados de mayo por GAD3, es algo que los ciudadanos que acudieron en esos meses a las farmacias pudieron comprobar. Así, el 94% de los encuestados manifestó no haber tenido ningún problema de desabastecimiento en sus farmacias durante la pandemia. 

¿Con qué dificultades se han encontrado?

Además de la necesidad de tener que realizar ajustes para adaptar los servicios a la nueva situación generada por la pandemia y garantizar el suministro habitual a las oficinas de farmacia (protocolos anti-contagio en los almacenes; gestión y racionalizaron stocks de medicamentos susceptibles de tener problemas de abastecimiento; refuerzo de plantillas y rutas…), las empresas de distribución farmacéutica se enfrentaron en los primeros momentos de la pandemia a una situación preocupante: la falta de material de protección frente a la COVID-19, principalmente mascarillas. Los mayoristas farmacéuticos no pudieron atender a un crecimiento desmedido de una demanda a la que los fabricantes habituales no pudieron hacer frente, algo que se vio agravado por la ausencia de garantías en los canales de distribución, los momentos de confusión e incertidumbre y la falta de información. Todo dificultó enormemente la gestión de la situación. Pese a ello, las empresas de distribución actuaron con la mayor rapidez y eficacia que les fue posible y acudieron a mercados no habituales, marcados por la inestabilidad y la especulación, para conseguir este tipo de material.    

¿Realizaron alguna acción a nivel colectivo?

A nivel colectivo, FEDIFAR abrió a mediados de mayo un corredor sanitario aéreo en el aeropuerto de Ciudad Real que permitió la llegada a España de casi 27 millones de mascarillas procedentes de Guangzhou (China). La distribución farmacéutica ha realizado un gran trabajo.    

¿Qué experiencias o aprendizajes extraen?

La pandemia ha dejado lecciones que debemos aprender de cara al futuro. Una de ellas es que para afrontar una crisis sanitaria es necesaria la colaboración y el trabajo de todos y, en este sentido, el tándem que forman oficina de farmacia y distribución farmacéutica ha vuelto a demostrar que es esencial para garantizar algo que en este tipo de situaciones es aún más fundamental: el acceso de los ciudadanos a los medicamentos que necesitan. 

La distribución es el puente entre laboratorios y farmacias. ¿Cómo ha sido esta “mediación” durante la emergencia sanitaria?

El diálogo y los canales de comunicación entre los agentes de la cadena del medicamento siempre han estado abiertos y hemos colaborado en todo lo que ha sido posible para tratar de velar por la salud de los ciudadanos, facilitándoles los medicamentos y productos sanitarios que necesitaban, tanto los habituales como los específicos para protegerse de la COVID-19. Igualmente, la colaboración por parte de la distribución farmacéutica con las administraciones sanitarias ha sido total. Los mayoristas farmacéuticos siempre se han puesto a disposición del Ministerio de Sanidad y de las Consejerías de Sanidad para lo que necesitasen. La distribución farmacéutica ha demostrado, una vez más, un enorme compromiso con la sociedad y con el Sistema Nacional de Salud.

La vacuna de la Covid-19 está en boca de todos. ¿Qué papel está jugando la distribución farmacéutica?

FEDIFAR, como representante de las empresas de distribución farmacéutica de gama completa que operan en España, ofreció a las autoridades sanitarias la infraestructura del canal de distribución mayorista para colaborar en la distribución de las vacunas, y muchas empresas participan ya en su distribución. Como sucedió en 2009 con el suministro de vacunas de la Gripe A, los mayoristas farmacéuticos siempre estamos dispuestos a colaborar con profesionalidad, dedicación y vocación de servicio en beneficio de los ciudadanos.  

La Covid-19 ha puesto sobre la mesa el valor social tanto de farmacia como de la distribución, permitiendo que los medicamentos llegaran a zonas confinadas, por ejemplo. ¿Qué opina de este valor social?

Es innegable el valor social de la oficina de farmacia y de la distribución farmacéutica, aunque esta última sea más desconocida para la sociedad. Durante la pandemia, gracias a la labor de los mayoristas farmacéuticos, que pese a las dificultades fueron capaces de mantener su nivel de servicio habitual y siguieron garantizando sin alteraciones el suministro de medicamentos y productos sanitarios, los ciudadanos pudieron seguir adquiriendo los medicamentos que necesitaban a través de la farmacia. Esto permitió que la farmacia siempre estuviese en la primera línea de la atención sanitaria, algo que ha sido valorado muy positivamente y que da muestras de ese valor social que aporta dentro del Sistema Nacional de Salud.

Desde el minuto cero apostaron por la capacidad de las farmacias para hacer accesible el medicamento. Desde Fedifar, por ejemplo, propusieron la dispensación de medicamentos hospitalarios a través de las farmacias. ¿Cree que acciones como esta pueden hacer evolucionar el modelo de farmacia? 

Desde FEDIFAR siempre hemos considerado que a los pacientes se les debe facilitar en todo lo que se pueda el acceso al medicamento, por lo que vemos adecuado y deseable que, manteniendo el coste del modelo actual y siempre que no existan razones sanitarias que lo desaconsejen, la farmacia es el lugar idóneo para la dispensación de estos medicamentos. En tiempo de pandemia, junto con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, consideramos que la recogida de medicamentos en las farmacias podría evitar que los pacientes se expusiesen a ir a un hospital y, de este modo, se podía minimizar en la medida de lo posible el riesgo de contagio. No se trata de una cuestión de tener un nicho de actuación sino de ir hacia un modelo que, de manera multidisciplinar, satisfaga mejor las necesidades de los ciudadanos. 

¿Qué acciones de carácter solidario han desarrollado este año desde Fedifar?

Por tercer año consecutivo hemos puesto en marcha junto a Cáritas Española la campaña ‘Distribución farmacéutica: 365 días solidarios’. Este año, debido al impacto que ha tenido la COVID-19 sobre el empleo, consideramos apropiado concentrar la solidaridad de las empresas de distribución farmacéutica en la acción ‘Distribución farmacéutica y Cáritas: Refuerzo del programa de empleo tras el impacto de la COVID-19’. Como presidente de FEDIFAR, es un orgullo que los mayoristas farmacéuticos se hayan implicado en esta campaña junto a una institución que es un referente en el ámbito caritativo y social. Por otro lado, junto al Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos hemos colaborado en la campaña de Farmamundi ‘Por una sonrisa’, destinada a dar atención sanitaria a mujeres y niñas de Latinoamérica y África.

¿Cómo se imagina la distribución farmacéutica en un futuro próximo?

Cualquier previsión que hagamos en el momento actual es un poco atrevida, pero sí puedo decir que el futuro de la distribución pasará siempre por dar servicio a las oficinas de farmacia para garantizar el acceso de los ciudadanos a los medicamentos que necesitan. Está claro que para cumplir este objetivo las empresas de distribución farmacéutica están en continua evolución: inversiones en procesos de digitalización; modernización de estructuras; racionalización de procesos y rutas; mejora de los procedimientos de comunicación con las farmacias; apertura de nuevos marcos de colaboración con las administraciones; proveer nuevos y mejorados servicios a las farmacias… Hay mucho trabajo por hacer.

¿Algo más que añadir?

Aprovechar para tener un recuerdo con todos los fallecidos por culpa de la COVID-19 y sus familiares, especialmente con los farmacéuticos y el resto de profesionales sanitarios, que han estado desde el principio en la primera línea de atención a los ciudadanos.