jueves. 19.12.2024

La adherencia al tratamiento es muy importante en el paciente crónico y más todavía si el paciente tiene un elevado RCV, lo que implica que esté polimedicado. La utilización de una combinación fija que permita reducir el número de comprimidos siempre tiene un impacto positivo en el cumplimiento de la prescripción, que asegura obtener el resultado esperado. La terapia combinada de estatinas con ezetimiba es efectiva teniendo en cuenta los mecanismos de acción complementarios y consigue importantes reducciones de cLDL sin aumentar los efectos secundarios. La administración combinada de rosuvastatina con ezetimiba produce una disminución en los niveles de LDL entre el 40 y 60%. Se ha aprobado para el tratamiento de la hipercolesterolemia primaria, hiperlipidemia combinada y la hipercolesterolemia familiar heterocigótica. Si a lo anterior se suma un descenso en el gasto farmacéutico anual y por paciente, queda clara su introducción y uso en el tratamiento cotidiano de las hipercolesterolemias.

Entre sus desventajas está la reducción de la flexibilidad en la dosificación. Esto puede ser un problema en determinadas patologías de un cuso más agudo, pero en la dislipemia, por el contrario, una vez se consigue controlar con determinada medicación se mantiene habitualmente muy estable. Si se toman la medicación pautada están controlados y si la dejan, pasan a estar descontrolados.

Puede ser conveniente empezar las dosis de estos fármacos por separado y posteriormente pasar a dar dosis fijas en combinación. De esta forma, se evita administrar tratamientos que no requieren y un posible aumento de los riesgos de efectos adversos sin beneficios adicionales.

Aval de estudios

Pero hay que tener en cuenta que numerosos estudios han demostrado la eficacia de las estatinas en la reducción del colesterol y en la disminución de la morbilidad y mortalidad cardiovascular, tanto en prevención primaria como secundaria. Por ello, las estatinas son los fármacos de elección en el tratamiento de la hipercolesterolemia. La combinación a dosis fijas de estatinas con ezetimiba es muy eficaz en pacientes que no ha sido posible controlar su hipercolesterolemia con solo un fármaco. Al combinar, la dosis es menor, con lo que se producen menos efectos secundarios, se mejora el cumplimiento y se obtienen mejores resultados.

Estudios realizados con estatinas en dosis elevadas han demostrado que en pacientes con elevado RCV deben reducirse los niveles de LDL muy por debajo del objetivo actual de 100mg/dl, dado que hay una disminución significativa de la morbilidad CV y se ha observado regresión de la aterosclerosis cuando el LDL se aproxima a 70mg/dl. En pacientes que no consiguen este objetivo con dosis elevadas de estatinas es útil la combinación con ezetimiba. La combinación de ambos fármacos inhibe simultáneamente las dos vías del colesterol y actúa de forma sinérgica y produce una reducción adicional del colesterol total y el CLDL. Son varias las combinaciones a dosis fijas de estatinas: simvastatina/ezetimiba, atorvastatina/ezetimiba, rosuvastatina/ezetimiba, todas con un perfil similar en cuanto al tratamiento de la hipercolesterolemia, pero con potencia diferente.

Combinaciones

Especialmente interesante la combinación pravastatina/fenofibrato, indicada en pacientes de alto RCV que presentan una dislipemia mixta, ya que la pravastatina actúa bajando el colesterol total y el LDL colesterol, y el fenofibrato descendiendo los triglicéridos y aumentando el HDL colesterol.

La asociación de ezetimiba con rosuvastatina inhibe simultáneamente las dos vías del colesterol y actúa de forma sinérgica para reducir el colesterol total y el LDL. Es una asociación útil en pacientes con valores de colesterol muy elevados, en los que con las dosis habituales de estatinas no alcanzan los objetivos terapéuticos necesarios en cada caso, o en los que no toleran las estatinas o presentan efectos secundarios al incrementar las dosis de éstas.

Hay amplia experiencia en el uso de este fármaco, sin que se hayan observado efectos secundarios ni interacciones con la mayoría de los fármacos utilizados en la clínica. Además de la reducción del colesterol, la ezetimiba ha demostrado reducir los triglicéridos y la proteína C reactiva, a la vez que produce un pequeño incremento en el cHDL, todo lo cual contribuye a mejorar el perfil lipídico de los pacientes con hiperlipemia.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Joan Frigola Marcet, Ramon V. Ruiz Sales y Antoni Rabassa Soler, del CAP S Pere I, de Reus; los especialistas en Medicina de Familia Ana Guarch Ibañez, Ramón José Gonzalez Alonso y el endocrinólogo Abelardo de Unzueta Merino, de Barcelona, y Ariadna Concepcion Milián, Fiorella Ximena Palmas Candia e Isidro Eduardo Blanco.