La diabetes mellitus es una enfermedad crónica y de alto riesgo y, por eso, se han propiciado una serie de programas de formación donde se establecen estrategias sectoriales y donde cada profesional desde su experiencia, iniciativas y conocimiento puede manejar la alta prevalencia de esta patología.
Los planes integrales en formación de la educación en diabetes varían en las distintas Comunidades Autónomas. Por ejemplo, desde hace más de 20 años en la Comunidad Valenciana disponen de un Plan Autonómico de Diabetes que se actualiza periódicamente conocimientos e involucra a los profesionales de Atención Primaria y Atención Especializada. Por su pate, en Murcia se dispone de programas como el Proceso Asistencial Integrado en Diabetes, que está enmarcado en la Estrategia para la Atención a la Salud; el Proyecto de Mejora de la Atención a Pacientes con Diabetes; el Programa Activa y en centros de salud el programa de Captación de Diabéticos, realizados tanto por el médico como por el personal de enfermería.
Las sociedades médicas, tanto del nivel especializado como otras que hacen vida en la comunidad y en el ámbito nacional, hacen suficiente por llevar la formación tanto al personal sanitario como a los pacientes, pero hay ciertos límites, como la carga laboral y la presión asistencial, que impiden tener una mejor formación para poder tener una mejor atención al paciente con esta patología crónica.
Acuerdos
Para llevar a cabo esta formación, hay en marcha acuerdos con universidades para la realización de master y cursos presenciales y online. Tal es el caso de la colaboración con la Universidad Miguel Hernández de Elche y su campus de San Juan Alicante que organiza diferentes cursos presenciales y online sobre diabetes dentro de su programa de doctorado en Salud Pública, Ciencias Médicas y Quirúrgicas. Asimismo, se organizan diferentes talleres formativos. Por otra parte, la Escuela Valenciana de Estudios de Salud (EVES) oferta cada año diferentes cursos presenciales y online para los empleados de la Conselleria de Sanitat Calenciana y, por último, las Sociedades Valencianas de Endocrinología y Medicina de Familia también organizan numerosas actividades en este sentido, incluida una reunión conjunta de ambas sociedades científicas.
Estos planes formativos son multidisciplinares. Los cursos y actividades formativas van dirigidos a médicos, enfermeros y farmacéuticos de Atención Primaria, pero también de Atención Especializada. También los farmacéuticos participan en este tipo de cursos y programas formativos para ofrecer a sus pacientes una atención personalizada.
En algunos Centros de Salud se realizan reuniones cada cuatro o seis meses para revisar qué puntos se pueden mejorar en cuanto a funcionamiento interno en los centros (revisión del pie diabético, analíticas..) y en las derivaciones que se realizan a atención especializada. Por su parte, en otros centros, se realizan cursos con relativa frecuencia para la actualización de la diabetes (prevención, diagnóstico y tratamiento), sesiones clínicas por parte de los residentes que en alguna ocasión abarcan el tema de la diabetes y también sesiones informativas sobre nuevos fármacos antidiabéticos por parte de médicos en colaboración con laboratorios farmacéuticos.
Evitar problemas futuros
El buen control de los diabéticos evita muchos problemas para el futuro. Por eso, conviene controlar las armas terapéuticas y tener experiencia en su uso para evitar las complicaciones derivadas de la diabetes. Los nuevos tratamientos con antidiabéticos orales han mejorado mucho que el paciente entienda que hay una posibilidad de llevar un control adecuado de su enfermedad. Tanto por parte de la industria como de las mismas instituciones sanitarias se realizan congresos, talleres y charlas entre profesionales para actualizarse y dar punto de vista sobre el tema e incluso plantear dudas o buscar asesoramiento. En el lugar donde trabajo se practican múltiple charlas de equipo.
Así, la asistencia a todo el personal sería muy importante una formación reglada que se impartiera en los propios centros de salud para facilitar la asistencia a todo el personal implicado en el tratamiento de la diabetes, entre los que también se encuentra el farmacéutico.
La labor del profesional farmacéutico no sólo se centra en la distribución de los medicamentos, sino que favorece y participa de manera activa en la mejora de la calidad de vida de las personas con la enfermedad, facilitando su adherencia y concienciación a la misma. Muchas personas con diabetes, debido a la accesibilidad y confianza que tienen con su farmacéutico habitual, recurren a este profesional con preguntas relacionadas con la medicación, los niveles de azúcar en sangre, los modos de administración de insulina. En muchas otras ocasiones, es en las farmacias donde algunas personas con diabetes aún sin diagnosticar, a través de una glucemia realizada por el farmacéutico, detectan por primera vez una alteración en sus valores de azúcar en sangre. Así, el farmacéutico también es personal clave para complementar el diagnóstico, divulgar información al paciente sobre prevención y tratamiento proporcionado por el médico, así como el seguimiento del tratamiento de la diabetes.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Atención Primaria Salvador Pertusa Martínez, Sira Giménez Pastor, Norma Iranzo García, Iván Silvera Acosta, Ana Galiana Vila, Ursula Alvado Pérez, María Lopemartin Sanz, Beatriz Aracil Martínez, Sonia Vasco Mahillo, Miguel Mingot Santapau y Helida Monteiro Matos, de Alicante; los médicos de familia Julio J. González Adrianza, José Mª Parreño Corredera, Carlos A. Jorda Gisbert, Carlos J. Agullo García, Armando Larnia Sanchez y Lydia Roig Fernández, del Centro de Salud Los Angeles, de Alicante; Vicente González Jordan, Concepción Carvajal Lucerga, Fátima Delgado Peña, Ana Mª Cebrián Cuenca y Francisco Martínez López, del Centro de Salud San Antón, y Pascual Ayala Pujante, Mercedes Gómez Moreno, Ascensión Gómez Aguilera, Antonio Molina Vargas, María Clemente García y la endocrina Clara Isabel Palomares Avilés, del Hospital Comarcal Noroeste de la Región.