sábado. 21.09.2024

La incorporación de nuevos fármacos al arsenal terapéutico depende mucho de si es una verdadera novedad terapéutica que aporta una gran mejora o si es una mejora farmacológica de algún medicamento ya existente. La mayor parte de las primeras prescripciones viene de parte de los especialistas hospitalarios, ya que ellos no tienen la misma presión asistencial y de prescripción, pues aunque necesiten visados no les ponen los mismos problemas que a los médicos de Atención Primaria.

En líneas generales, entre que los profesionales se enteran de la novedad, se revisan los estudios nuevos y/o la experiencia con dicho fármaco, suelen pasar entre seis y ocho meses.

En este contexto, hay que tener en cuenta que existen diferencias de acceso a fármacos entre comunidades. Por ejemplo, hasta ahora en Andalucía primaban los fármacos que están dentro de la subasta de medicamentos. Pero habría que tener en cuenta otros factores distintos a los economicistas, ya que los fármacos nuevos ofrecen muchas más ventajas a los pacientes desde el punto de vista sanitario. En la Comunidad Valenciana hay varios protocolos de prescripción incluidos en el programa y si se da prioridad a un cierto fármaco, principalmente por criterios de eficiencia, es más complicado justificar porqué se debe usar uno nuevo, que probablemente más caro.

En cuanto al proceso de implantación, no suele ser lento. Cuando un medicamento está en el mercado es porque las distribuidoras lo tienen y, lógicamente, la Farmacia no debe tener problema de pedirlo si le aparece una receta de un nuevos medicamento.

Falta de tiempo

Una de las quejas de los profesionales que atienden a los pacientes con diabetes 2 es la masificación que tienen en las consultas; hecho que les impide realizar un correcto seguimiento, por lo que en muchas ocasiones se llega tarde para controlar la diabetes y sobre todo ralentizar el deterioro de los órganos diana.

Las aportaciones de los nuevos fármacos para el control de la diabetes, como en su día fueron los IDPP4, supusieron una mejora en la vida de los pacientes diabéticos. Ahora hay otra nueva serie de medicamentos como los SGLT2 que también aportan novedades con respecto al arsenal terapéutico. Todo aquel medicamente que mejore la calidad de vida y la salud de los pacientes no deberían tener trabas por parte de la Administración. El ahorro puede ser inmediato utilizando medicamentos obsoletos, pero hay que tener en cuenta los gastos que suponen las derivaciones hacia los especialistas o los ingresos hospitalarios.

Por eso, el médico debe estar bien formado ante la presencia de nuevos fármacos y estar abierto a los cambios en el arsenal terapéutico.

Labor coordinada

No solo el médico sino todo el personal sanitario, enfermería, oficina de farmacia e incluso familiares deben ser consciente de las graves consecuencias que a largo plazo produce la diabetes para ayudar al paciente a controlar la glucemia debidamente. No hay que centrarse solo en cambiar el tratamiento cuando pierda eficacia sino también realizar un abordaje global que implique y responsabilice al paciente sobre su enfermedad inculcándole la necesidad de llevar una dieta sana y realizar ejercicio moderado. En estas recomendaciones, todos los profesionales sanitarios tienen que trabajar de forma coordinada.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia Rosa María Bitar Blazquez, Fakhri Hussein Hasan, José Manuel Carvajal Jaén, José Ángel Hernández Delgado y Antonio Bernabé Fernández, del Centro de Salud Polígono Norte; María José Villas González, Macarena Toro Sainz, Rosalía Romero Andrés y José Salama Benatar, del Centro de Salud Campanillas, y Alfredo Bailach Roca, Josep Valor Mico y Francisco Beltrán Baldovi, del Centro de Salud Picanya.